Caminar es una buena opción no solo para bajar esos kilos de más, sino para mejorar la salud física y contribuir al cuidado del medio ambiente.
Además, se trata de uno de los deportes más completos porque quema calorías, fortalece los músculos y ayuda a tener mayor flexibilidad, ejercita el sistema cardíaco y reduce el riesgo de hipertensión y diabetes, así como las probabilidades de que la persona presente infartos y accidentes cerebrovasculares.
Comparado con otros tipos de ejercicios que requieren mayor tiempo y esfuerzo de parte de quienes quieren practicarlos, caminar es una opción que muchas veces ignoramos pero que, sin duda, muchos podrían poner en práctica fácilmente. Solo es cuestión de cambiar un poco de estilo de vida.
En el trabajo:
Si ir a un gimnasio puede demandarle 2 o hasta más horas de un día, caminar puede hacer parte de su rutina diaria. Por ejemplo, si vive relativamente cerca de su trabajo, en vez de gastar 10 minutos en su auto, invierta 15 minutos más y llegue caminando o si vive lejos parquee el carro a unas 10 cuadras del mismo y oblíguese a caminar este trayecto. En cualquiera de los casos, sumando la caminada de ida y la de vuelta, garantiza mínimo 40 minutos de ejercicio diarios.
Los fines de semana:
Unirse a una ciclovía o una caminata ecológica pueden ser un buen plan para hacer con su pareja o familia. La cuestión es dar paseos largos, incluso puede ser con su mascota recorriendo su barrio o sector. En estos casos, si solo va a poner en práctica esta actividad una o dos veces a la semana, la idea es que sea un ejercicio más intenso, a mayor ritmo y por un periodo de tiempo un poco más largo de aproximadamente 1 hora y media.
Olvídese del auto para ir al supermercado o al centro comercial más cercano. Notará que llegar caminando no es difícil y así estará sumando más puntos a su nuevo estilo de vida.
Para tener presente:
En todo caso tenga presente que para hacer estas caminatas es clave contar con unos buenos pares de zapatos -cómodos y ojalá desarrollados para caminar-; igualmente mantener un ritmo ágil y constante; una correcta postura y forma de pisar (en la que el talón toque el suelo primero). Dedique también en casa un par de minutos para realizar ejercicios para flexibilizar y así no maltratar los músculos.
La OMS recomienda 150 minutos semanales de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o 75 minutos de actividad vigorosa con sesiones de 10 minutos de duración mínima.