Cuidado al rascarse los ojos

Suena a regaño cuando le dicen: ¡no se rasque los ojos!, pero las consecuencias de esta acción aparentemente inofensiva son delicadas.
Suena a regaño cuando le dicen: ¡no se rasque los ojos!, pero las consecuencias de esta acción aparentemente inofensiva son delicadas.