Los buenos amigos fomentan actividades y hábitos que ayudan a nuestra mente y cuerpo.
La risa en los encuentros sociales, hablar de los problemas o sentirse parte de un grupo evitan situaciones de estrés y ansiedad que se pueden presentar en la cotidianidad. De allí la importancia de los amigos, puesto que no solo contribuyen en la esfera social, sino que su presencia en nuestras vidas mejoran la salud mental y física.
“Los adultos con relaciones sociales consolidadas tienen menos riesgo de tener problemas de salud importantes, como depresión, hipertensión arterial y un índice de masa corporal poco saludable”, de acuerdo con la Clínica Mayo.
Además, estos vínculos que se crean con vecinos, compañeros de trabajo y conocidos crean una red de apoyo que nos dan la sensación de tranquilidad en los momentos más duros. Se debe resaltar que lo importante no es la cantidad de amigos, sino la calidad de las amistades.
¿Cómo aumentar el bienestar?
Cultivar las relaciones: el tiempo para compartir se ve reducido a medida que nuestras obligaciones aumentan. Separar un momento a la semana para estar con los seres que amamos debe ser una de tus prioridades. Dedicarle tiempo a los amigos es dedicarlo también a tu bienestar.
Actividades para socializar: otra forma de mejorar nuestra salud son los voluntariados o comunidades de interés en las que puedas vincularte con otras personas que permitan distraerte y hacer actividades que disfrutes.
Nuevos pasatiempos: descubrir gustos que no conocías y realizarlos, también puede generar bienestar. Así, también ampliarás tu círculo social y es una oportunidad para mejorar tu salud.
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