El primer martes de mayo se celebra el Día Mundial del Asma con el fin de concientizar a la población sobre el cuidado de esta afección que padecen alrededor de 300 millones de personas. Te contamos algunos datos sobre ella.
La falta de aliento, la tos y la opresión en el pecho son algunos de los síntomas del asma. Una enfermedad crónica que genera inflamación de las vías respiratorias las cuales, ante un desencadenante, se estrechan dificultando el paso del aire.
Las causas que la provocan son variadas. Además del componente genético, el polen, la caspa de algunos animales, ciertos medicamentos, la exposición a determinados químicos, el estrés, entre muchos otros, son algunas de ellas.
Para Jorge Mario Sánchez Caraballo, médico y alergólogo clínico, la incidencia del asma en los países latinoamericanos duplica a la de los países desarrollados como consecuencia de los contaminantes atmosféricos. Así que entre sus múltiples factores, los ambientales cada vez ocupan un lugar más importante.
Aunque el asma es una enfermedad común, tiene cuatro clasificaciones que dependen de su frecuencia e intensidad. Van entonces desde intermitente y leve que es, según la Clínica Mayo, cuando hay una manifestación de sintomatología menor a dos veces por semana y dos noches por mes. Pasando por persistente y leve, persistente y moderada hasta persistente e intensa que se diagnostica cuando la persona tiene síntomas diariamente y crisis nocturnas constantes.
Recomendaciones importantes
- Si tú o algún familiar ha sido diagnosticado con asma es fundamental que sigas al pie de la letra el tratamiento, pues es común que algunas personas lo abandonen al sentir mejoría.
- No olvides estar atento a tus síntomas para que puedas identificar cuáles son los factores desencadenantes.
- Haz ejercicio físico con moderación sin olvidar pasos como el calentamiento.
- Ante una crisis es importante tomar medidas rápidas, como el uso del inhalador que te haya recetado tu médico.
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