Un bulto, agrandamiento o cambios en la densidad y textura de los testículos son los síntomas que pueden alertarlo de que padece un posible cáncer de testículo, una rara enfermedad afecta a 1 de cada 5000 hombres.
Le puede dar a hombres de cualquier edad; sin embargo, el 50 % de los casos ocurre en hombres que tienen entre 20 y 35 años de edad. También tiene una muy alta proporción de diagnóstico de recuperación, con una tasa de cura de 95 a 99 %. El urólogo el urólogo Alejandro Gaviria da algunas recomendaciones de prevención.
Esto es lo que debes hacer para detectarlo a tiempo:
- Lo recomendable es que se realice el autoexamen testicular, mientras está tomando una ducha o un baño caliente, o inmediatamente después, pues el escroto (la piel que recubre los testículos) está más relajada en ese momento, lo que facilita el proceso.
- Examine un testículo por vez. Gire cada testículo entre los dedos de ambas manos (aplicando una leve presión). Ponga los pulgares sobre la parte superior del testículo, con el índice y el dedo mayor de cada mano detrás de este, y luego hágalo girar entre los dedos.
- Debe sentir el epidídimo (el conducto que transporta los espermatozoides), una especie de cordón blando que duele un poco si se presiona, y que está ubicado sobre el borde superior de cada testículo. Este es un bulto normal.
- Recuerde que uno de los testículos es más grande que el otro en la mayoría de los varones. Esto también es normal.
- Cuando examine cada testículo, trate de detectar bultos o protuberancias en el frente o los costados. En ocasiones, los bultos son tan pequeños como un grano de arroz o una arveja.
- Si nota algún tipo de hinchazón, bultos o cambios en el tamaño o el color de un testículo, o si sientes algún dolor o alguna molestia en las ingles, consulte de inmediato.
- Los bultos o la hinchazón no implican la presencia de un cáncer, pero es recomendable prevenir. El cáncer testicular puede tener cura si se le detecta y trata a tiempo.
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