Un cólico en un bebé se describe como un llanto inconsolable por más de tres horas, a partir de la segunda semana de vida.
Hace más de 40 años, el médico Morris Wessel realizó un estudio en niños para entender mejor porque se presentaban los cólicos. A este le siguieron otras investigaciones con el objetivo de encontrar la respuesta definitiva a este tipo de episodios. Algunas de las causas más comunes que originan este malestar según la Sociedad Americana del Embarazo son:
- Sistema nervioso inmaduro.
- Los bebés que lactan pueden ser molestados por los alimentos de la dieta de sus madres.
- Los bebés alimentados con tetero pueden ser intolerantes a ciertas proteínas de la fórmula.
- La sobrealimentación del bebé o la alimentación demasiado rápida.
- El gas intestinal (resultado de un exceso de aire).
- No eructar después de comer o tener una posición incorrecta después de la alimentación.
- Un bebé con bajo peso al nacer.
- Tener hambre.
- El reflujo ácido.
Poner una bolsa de agua caliente en el estómago del bebé, frotar suavemente su estómago, ponerlo boca abajo sobre las rodillas de la mamá y mantenerlo en posición vertical son algunos de los tratamientos para menguar el dolor. Sin embargo, es importante acudir al pediatra si el bebé continúa incómodo.