La cafeína es una sustancia amarga que se encuentra en el café, el té, algunas bebidas gaseosas, chocolates, nueces y en ciertas medicinas. Durante muchos años ha sido reconocida por sus efectos estimulantes en el sistema nervioso central, lo que nos hace sentir despiertos y activos, además de su impacto en el metabolismo. Sin embargo, es importante no excederse en la dosis porque puede ser perjudicial para la salud.
Según un artículo publicado en mayo de 2015 por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, los consumidores habituales de cafeína de hasta 400 mg al día (acerca de 5.7 mg/kg de peso para un adulto de 70 kilos), consumidos a lo largo del día, no generan preocupación para adultos saludables, excepto para mujeres embarazadas. Esto equivale a 4 tazas de café.
Hay que recordar que el consumo de cafeína incluyen los miligramos consumidos en el té negro, las barras de chocolate, las bebidas energizantes y los medicamentos para la migraña o la gripa.
Cuando se cruza esta línea en adultos normales y se toma más de la dosis recomendada, o se ingiere esta cantidad, en personas en riesgo, los síntomas pueden ir desde palpitaciones y temblor en las manos hasta vómito, diarrea y desorientación. Por otro lado, es importante recordar que existen personas alérgicas a la cafeína, para quienes está prohibido el consumo de esta sustancia.
Consejos para consumir menos cafeína:
-Diluya menos cantidad de café por cada taza de agua.
-Pida el tamaño pequeño.
-Incorpore en su jornada las aromáticas; o el té y café descafeinado.
-Hidrátese con agua y jugos naturales.
Y para mantenerse activo y despierto:
-Realice pausas activas al menos cada tres horas.
-Si es posible, haga ejercicio en las mañanas.
-Manténgase hidratado.
-Lleve una buena alimentación.
-Escuche música.
-Camine, suba y baje por las escaleras.