El paso de los años no solo afecta la apariencia de la piel y el color del pelo, el cerebro también pierde sus principales habilidades transformando por completo la vida de una persona.
Las capacidades cognitivas son las encargadas de procesar la información que recibe el cerebro. Gracias a ellas se puede percibir, recordar, comprender y solucionar distintos problemas. Estas son las principales habilidades psíquicas que se ven afectadas cuando hace su llegada la denominada demencia senil, una condición en la que se aprecia un deterioro significativo en habilidades importantes para el buen funcionamiento de cuerpo y mente.
De acuerdo con el portal Bonomedico.es, cuando una persona padece esta condición el deterioro intelectual afecta a varias actividades o funciones básicas como la pérdida del lenguaje, total o parcial; también pérdida de la memoria, del razonamiento o de la percepción de la realidad del paciente. En algunos casos la persona no tiene control de las emociones, lo que propicia cambios en la personalidad y en el comportamiento.
Atención a los síntomas
La repetición de preguntas, los problemas de orientación en espacios conocidos, la pérdida de la noción del tiempo, el insomnio y los cambios en la forma de caminar son las principales señales de la demencia, que afecta en su mayoría a personas mayores de 60 años.
La Organización Mundial de la Salud asegura que esta es una de las principales causas de discapacidad y dependencia en la población de adultos mayores en el mundo, siendo el alzhéimer la causa de demencia más común, le sigue la demencia vascular, consecuencia de haber sufrido una gran cantidad de accidentes cerebrovasculares.
Se imponen los cuidados
El tratamiento depende de la causa, por ejemplo, cuando se trata del alzhéimer no hay una cura o un tratamiento que lo detenga, pero existen métodos para ayudar al paciente a sobrellevar cada uno de los síntomas, a partir de la atención cuidadosa al paciente.