Este síntoma puede atribuirse a una hinchazón de los ganglios linfáticos, infecciones o quistes.
En primera medida, tenga en cuenta que los ganglios linfáticos actúan como filtros que atrapan microrganismos o células tumorales cancerosas. Cuando lo hacen, entonces, aumentan de tamaño y se sienten con facilidad y generalmente se desinflaman con el pasar de los días.
Los quistes o abscesos subcutáneos, por su parte, también pueden producir protuberancias grandes y dolorosas causadas por la afeitada o el uso de antitranspirantes. Esto es común, sobre todo, en adolescentes cuando comienzan a afeitarse. Otras causas incluyen lipomas (tumores grasos inofensivos) y uso de ciertos medicamentos o vacunas.
Es importante, explica el portal Medlineplus, no tratar de diagnosticar la protuberancia por usted mismo, por lo que se recomienda acudir al especialista si esta persiste más de tres semanas. El médico le preguntará, por ejemplo: ¿cuándo la notó por primera vez?, ¿ha cambiado de tamaño?, ¿alguna situación empeora el problema?, ¿es dolorosa? o ¿tiene algún otra señal de alarma? Es probable que el especialista solicite otros exámenes para dar una valoración más completa.
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