Una dieta rica en carbohidratos, azúcares y grasas saturadas puede afectar a aquellas personas que padecen enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide.
La mejor opción en estos casos es, según los especialistas, la dieta mediterránea basada en verduras y legumbres, frutas, pescados, carnes blancas, pasta, arroz, frutos secos, entre otros, tanto para prevenir como para no agravar la patología. Ver también Hacerle frente a la artritis
La artritis reumatoide es una de las enfermedades inflamatorias crónicas que conlleva a la inflamación de la articulaciones y tejidos circundantes, aunque también puede afectar otros órganos. (Le puede interesar Artritis: trátela a tiempo)
“Incorrectos hábitos dietéticos conducen al paciente a desajustes en su peso corporal, tanto por exceso como por defecto, lo que repercutirá en sus articulaciones (sobrecarga, falta de estructuras de soporte…)”, apunta Eduardo Fernández Ulloa, enfermero de reumatología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.
Además, añade: “En ocasiones podemos encontrar déficits de nutrientes que juegan un papel importante tanto desde el punto de vista inmunológico, como en la formación del hueso, como puede ser la vitamina D“.
Las enfermedades relacionadas con la inflamación pueden acabar afectando a cualquier órgano del cuerpo: sistema cardiovascular inmune, digestivo, osteo-articular e, incluso, neurológico y mental.
“Por esa razón es importante no solo prevenir, sino también ayudar a personas ya diagnosticadas para que la enfermedad no vaya a más”, apunta la Sociedad Española de Reumatología en un comunicado.
EFE
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