Hacer cambios simples en la posición en la que se duerme permite que la espalda reciba menos presión y sea posible un descanso más profundo.
El portal MedlinePlus da las siguientes pautas para relajar el cuerpo al momento de ir a la cama:
- Dormir de costado: acercar un poco las piernas al pecho y ubicar una almohada entre las piernas. Si prefiere, usar una almohada de cuerpo entero.
- Dormir boca arriba: poner una almohada debajo de las rodillas para mantener la curvatura normal de la zona lumbar. Probar con una toalla pequeña enrollada debajo de la porción pequeña de la espalda para tener un apoyo adicional. Apoyar el cuello sobre una almohada.
- Dormir boca abajo: puede ser una posición contraproducente para la espalda. Si no puede dormir en otra posición, poner una almohada bajo la pelvis y el abdomen bajo para reducir tensión sobre la espalda. Elegir si usar o no una almohada bajo la cabeza.
Tenga en cuenta
La noche es propicia para leer algo antes de acostarse. Es importante tener cuidado de no inclinarse demasiado cuando se practique la actividad. Para evitarlo, subir el libro, revista, periódico a la altura de los ojos, en lugar de bajar la cabeza. Usar fundas que funcionen como atril si la lectura es en una tableta para evitar sobrecargar hombros y cervicales.
Además, el dolor cervical, en ocasiones, es resultado de la costumbre de leer proyectando el cuello hacia adelante cuando se necesitan gafas correctoras pero no se usan. Eso hace que se fuerce la postura, se alargue el cuello y la cabeza no quede alineada con el tronco.
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