Estar al aire libre hace que la vida resulte más variada: se ven cosas distintas, uno está más receptivo y el deporte de pronto no sólo es un medio para mantenerse en forma o para adelgazar sino también una forma de disfrutar más plenamente de los días.
Para no aburrirse, nunca está de más tener varias opciones de ejercicios que sean una alternativa a los clásicos y resulten novedosos y divertidos, como por ejemplo:
1. Frisbee: Jugar con un frisbee es divertido ya sea con niños, con amigos o con el perro. Y quien le quiera poner algo más de acción y no estar arrojándolo todo el tiempo solo puede convocar a varios amigos movedizos y proponer un frisbee grupal. Atención, si se juega con varias personas el asunto toma otra velocidad. Incluso se pueden probar desafíos como que un equipo tenga que interceptar el frisbee antes de que el disco llegue a las manos a las que estaba dirigido.
2. Patinar: Probar suerte con los patines o rollers puede ser una gran aventura, y quien ya la haya probado y quiera innovar también puede buscar en Internet patines todoterreno, conocidos además como Cross Skating. Son patines que tienen sólo dos ruedas neumáticas, van más cerca del suelo y se utilizan con frenos tradicionales, no con un taco de goma como los patines en línea. Al ser más bajos y contar con una rueda más ancha, son más estables, con lo cual se pueden utilizar en superficies algo más hostiles que los patines en línea o de cuatro ruedas.
3. Remar: Ya sea que uno elige remar en kayak o en bote, esta variante suele ser una opción en lagos y ríos en los que muchas veces se ofrecen alquileres por hora. La perspectiva, desde el agua, cambia radicalmente. Eso sí: ¡hay que saber nadar! Si suelen tener contracturas en la espalda o en el cuello, mejor evite el remo tradicional, porque puede resultarle algo incómodo estar remando hacia atrás, sin ver hacia dónde avanza. Es importante tener cierto sentido del equilibrio y no tenerle miedo a las ampollas.
4. Longboard: Esta tabla, gracias a sus ruedas más anchas y a su longitud, resulta menos peligrosa que las usuales. También requiere cierto sentido del equilibrio desarrollado y, en un primer momento, de una superficie que no resulte del todo desagradable para las caídas. Si no está entrenado, más vale trabajar primero en su estado físico general y después disponerse a los intentos con la tabla.
5.Escalar: Esta no es una opción del todo sencilla y más vale ejercitarla al principio en alguna instalación de interiores antes de lanzarse a la gran aventura. No sólo se requiere de determinado entrenamiento de preparación, sino también de un equipo apropiado y de un compañero versado en el que uno confíe, porque la seguridad de uno depende del otro y viceversa. En instalaciones especiales la actividad no es tan riesgosa como parece y puede resultarle muy distinta a las que ya ha hecho, un nuevo desafío para una tarde de verano.
Fuente: Elena Zelle (dpa)