Cuando una persona tiene ganas de orinar la vejiga se dilata conforme se va llenando.
Según explica la Fundación Nemours, en el caso de un adulto, la vejiga puede contener alrededor de medio litro (2 tazas) de orina en cualquier momento y de 1,5 litros a 6 tazas durante el día.
Orinar demasiado o en pocas cantidades, en cualquier caso puede ser un signo de enfermedad. Algunas razones por las que los médicos recomiendan no postergar la ida al baño para miccionar es:
- Infecciones urinarias: la orina, además de agua, incluye sustancias de desecho que el cuerpo no necesita y que los riñones se encargaron de filtrar. La mezcla de pequeños residuos, de sustancias ácidas y amoniacos pueden dañar las paredes del tracto urinario y de la propia vejiga.
- Cálculos: hay personas con mayor tendencia que otras a producir esos cálculos en los riñones pero, por lo general, el hecho de contener la orina también puede determinar su aparición.
- Reflujo vesicouretral: esta dolencia se genera cuando la orina, en lugar de ser expulsada al exterior, regresa a la uretra y riñones, ocasionando infecciones.
- Malestar, calambres y cansancio: la acumulación de líquidos y toxinas contenidas en la vejiga deriva normalmente en escalofríos y, posteriormente, en dolor pélvico. Lo que provoca cansancio y lentitud.