Cortaduras, arañazos, quemaduras leves, picaduras o ampollas son heridas comunes en la cotidianidad. Es importante saber cómo cuidarlas para que no representen un riesgo para la salud.
Por lo general estas laceraciones son el resultado de accidentes domésticos y aunque es posible que su grado de complejidad no sea muy elevado, sí requieren atención oportuna para prevenir infecciones peligrosas. Por eso, lo primero es seguir un proceso de identificación y limpieza para evitar la presencia microorganismos.
“La mayoría de las heridas menores pueden tratarse en casa. No obstante, recomendamos buscar atención médica en situaciones en las que no cesa el sangrado, la inflamación y los líquidos drenados, puesto que un profesional de la salud es quien determina si las lesiones son benignas y requieren primeros auxilios simples o un manejo más avanzado con antibióticos o suturas”, explica Elaine Alboledo Monteiro profesional en enfermería, especialista en dermatología y gerente de asuntos médicos de Essity Medical Solutions para América Latina.
¿Qué hacer?
Cuando las heridas de cortes y rasguños afectan solo la parte superficial de la piel y se presenta supuración, la recomendación es lavar cuidadosamente las heridas con agua fría o solución salina, usar gasas y no frotar la zona. Además, se debe retirar cualquier cuerpo extraño como astillas o partículas con la ayuda de elementos esterilizados. También se pueden usar curitas o apósitos para evitar la inflamación y el daño a los bordes de la piel.
Mientras que cuando se presentan ampollas entre las capas de la piel por quemaduras, corrosión química o fricción física la sugerencia es no pincharlas debido a que pueden infectarse. Lo mejor es usar apósitos con baja fricción adhesiva con capas de gel o silicona para proteger la piel. Si las ampollas están abiertas, se deben desinfectar para luego utilizar este tipo de protección.
El portal de la Clínica Mayo para estos casos recuerda la importancia de la vacuna contra el tétanos si no lo ha hecho durante los últimos cinco años, sumado a la búsqueda de signos de infección como enrojecimiento, dolor, calor o hinchazón en la zona afectada.
Lo que no debe hacer
De acuerdo con el sitio web Medlineplus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU, hay algunas que no debe hacer para no generar más complicaciones, tales como:
- No tocar la herida con las manos sucias. Esto para prevenir una infección.
- No suponer que la herida está limpia porque no ve desechos ni astillas. Lávela siempre.
- No respire sobre una herida abierta.
- No retire un objeto largo o que esté incrustado de forma profunda. Esto lo debe hacer un especialista.
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