La enfermedad de hígado graso se debe a la acumulación de grasa en este órgano, causada generalmente por el alto consumo de alcohol, aumento del aporte calórico, obesidad, riesgo cardiovascular, entre otros factores.
Asesores
Diana Patricia Monroy Martínez, Nutricionista, adscrita a Coomeva Medicina Prepagada
Óscar Hernán Rojas Sarmiento, Médico Internista
Síntomas a cuidar
Tener molestias en el lado superior derecho del abdomen puede ser un síntoma de esta enfermedad, que generalmente es silenciosa. Si existen dudas, la historia clínica, un examen físico y un análisis de sangre pueden ayudar a su diagnóstico. Hacer ejercicio regularmente puede ayudar a la pérdida de peso y la reducción de grasa en el hígado. Se sugiere, además, incentivar desde la infancia hábitos de vida saludable, que perduren en la adultez.
Estado del órgano
Hay dos tipos principales: enfermedad de hígado graso no alcohólico y por alcohol. La primera se clasifica en simple, en la que hay grasa, pero no causa inflamación ni daños en las células; y esteatosis hepática no alcohólica, que puede causar fibrosis, cirrosis o cáncer de hígado. La segunda, por su parte, se debe al alto consumo de alcohol, cuando el proceso de descomposición de este causa sustancias dañinas, provocando hinchazón y debilitando las defensas naturales del cuerpo. Las siguientes etapas en el proceso son la hepatitis alcohólica y la cirrosis.
25 % de la población en el mundo está afectada por esta enfermedad, según la Biblioteca médica nacional de Ee.uu.
Atención a la nutrición
El tratamiento general desde el punto de vista nutricional se basa en la prevención del sobrepeso y la obesidad a través de una alimentación balanceada, en la que se evite el consumo elevado de calorías, sobre todo, las provenientes de grasas saturadas y carbohidratos simples (azúcares) y complejos (harinas). La recomendación es consumir lácteos en forma descremada, y la no ingestión de bebidas azucaradas, energizantes y alcohólicas, que pueden afectar el funcionamiento hepático a largo plazo.
3 porciones de harinas al día se recomienda consumir a los pacientes con esta enfermedad.