Para los más pequeños las visitas al pediatra se asocian con inyecciones y vacunas, lo que produce en ellos temor y estrés.
Como padre, llevar a los niños a que les apliquen inyecciones o vacunas puede ser todo un reto. El sitio web de la Academia Americana de Pediatría brinda algunas recomendaciones para evitar al máximo la incomodidad.
- Ante todo, procure acompañarlos, ser honesto con ellos y enfatizar en que es por su bienestar.
- En el caso de los más pequeños, estrategias de distracción como hacer burbujas o juegos con las cremas y atomizadores anestésicos funcionan para disminuir el estrés.
- Para bebés lactantes, esta puede ser una forma de brindarles alivio al dolor, lo mismo un chupo, para tranquilizarlos.
Tenga en cuenta
Generalmente, las vacunas tienen proteínas y azúcares complejos que se digieren fácilmente, por lo tanto hay que inyectarlas en piel o músculo, para que tengan el mayor contacto con el sistema inmune.
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