Según el estudio The Diabetes Control and Complications Trial, el hecho de que la utilización de insulina se asocia a un aumento de peso, sobre todo al comienzo de la terapia, puede generar en la persona con diabetes una insatisfacción con el propio cuerpo. A este trastorno se le conoce como diabulimia.
Este trastorno se da en personas insulinodependientes que, para perder peso, reducen u omiten las dosis de insulina que les corresponde para mantener un adecuado control glucémico. Si no se trata adecuadamente, esa conducta de omisión de insulina puede llegar a volverse crónicas y tener fatales consecuencias para la persona afectada.
Dejar de lado la insulina, explica el página Webconsultas.com lleva a la aparición de deshidratación, cetoacidosis diabética (cuando el cuerpo no puede utilizar el azúcar como fuente de energía y, en su lugar, utiliza la grasa corporal) y la presencia precoz de complicaciones diabéticas (fallos en el corazón, en la retina, en el hígado…). Lo que conlleva al paciente a tener menor calidad de vida, más ingresos hospitalarios y un mayor riesgo de mortalidad.
Con el fin de reducir el riesgo de que aparezca la diabulimia, las personas diabéticas deben asesorarse nutricionalmente para saber controlar la ingesta de alimentos con el fin de lograr sus metas glucémicas y un peso normal a su edad y condición física.
Las personas con diabulimia no suelen tener conciencia de su problema y los profesionales y familia pueden interpretar los síntomas como los de un paciente con diabetes “incumplidor” sin tener en cuenta el problema psicológico de base.