Antes de realizar cualquier actividad física es necesario calentar los músculos, así se obtiene un mejor rendimiento y se evitan lesiones.
El calentamiento consiste en una serie de ejercicios que estiran músculos y articulaciones y las preparan para el entrenamiento. Su intensidad debe ir creciendo a medida que pasa el tiempo. Esta rutina ayuda a mejorar las funciones del cuerpo. Desarrolla el equilibrio y favorece la coordinación.
La recomendación es hacerlo siempre antes de iniciar la actividad física y debe tener una duración de quince a veinte minutos. Ejercicios como caminar, montar en bicicleta y estirar hacen parte del calentamiento que puede ser general o específico.
El general debe hacerse primero, es decir, un calentamiento global y después debe pasarse al específico en donde se trabajan la o las partes del cuerpo que van a recibir mayor impacto durante el entrenamiento.
Gustavo Tabares, licenciado en Educación Física y Deportes recomienda calentar y estirar principalmente brazos, hombros, muslos, espalda y pecho. También hacerlo durante el tiempo recomendado de manera juiciosa, con la ropa adecuada y siempre, aún durante el calentamiento mantenerse hidratado.
Con el calentamiento se aumenta el flujo de sangre, se adapta al corazón y al aparato respiratorio para el desgaste físico al que va a ser sometido durante la actividad física. Mejora la concentración y aporta motivación para comenzar con la rutina de ejercicios.
Esta preactivación es fundamental para evitar lesiones, cuando los músculos entran en calor hay menos posibilidades de que sufran rupturas y el cuerpo y la mente de disponen a realizar actividad físicas de la manera adecuada.
Combine su rutina de ejercicio con una alimentación saludable y una vida alejada de los excesos.