Evidencia de actividad cerebral en las zonas que regulan el hambre y los antojos probarían la efectividad de las nueces para ayudar en tratamientos de pacientes obesos.
El estudio, llevado a cabo por la Escuela de Medicina de Harvard, en compañía del Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Estados Unidos, utilizó imágenes cerebrales de 10 voluntarios con obesidad durante dos sesiones de cinco días. En una de las sesiones, los voluntarios recibieron bebidas con nueces, mientras que en la otra recibieron un placebo.
Además de la información de las imágenes recolectadas por resonancia magnética, los participantes reportaron sentirse más llenos y satisfechos durante la semana en la que tomaban las bebidas con nueces, contrario a la semana en la que ingerían el placebo.
Los hallazgos, publicados en la versión online de la revista Diabetes, Obesity and Metabolism, dan un vistazo sobre la acción de este alimento en el cuerpo, lo que refuerza la tendencia de utilizarlo en cantidades controladas para desalentar los antojos gracias a la sensación de saciedad que genera en el cerebro.