La actividad física es buena para nuestra salud física pero cuando no se practica adecuadamente afecta algunas partes de nuestro cuerpo y una de las más comprometidas es la columna vertebral.
Ciertos deportes ponen en mayor riesgo la columna. Estos son algunos de ellos y sus lesiones asociadas:
Levantamiento de pesas:
Una mala posición o un movimiento brusco alzando pesas puede desencadenar una contractura de espalda. Si a esto se suma una carga o fuerza excesiva que tiene que soportar la columna, es posible que los discos intervertebrales reciban una presión tan fuerte que terminan rompiéndose y desencadenando una hernias lumbar.
La primera recomendación a la hora de practicar este ejercicio es hacer un chequeo osteomuscular que permita descartar si hay riesgos o condiciones previas que puedan en la columna que la hagan más vulnerable a los posibles efectos. Luego de esto es importante realizar un preacondicionamiento constante que fortalezca los músculos complementarios que protegen de la columna dorsal y lumbar, como los cuádriceps, trapecio y aquellos que rodean la pelvis.
Ciclismo:
La posición que toma la columna cuando se monta en bicicleta, sumado a los largos periodos de actividad física que suelen sostenerse cuando se practica este deporte pueden llevar a la aparición de lumbalgias crónicas.
Por eso la recomendación en este caso para quienes son ciclistas aficionados es evitar el sobreuso, procurando que esta actividad no se alargue por más de 2 horas en una jornada. Así como con el levantamiento de pesas, aquí también es clave fortalecer los músculos del núcleo central.
Atletismo:
El impacto que se genera al correr sobre superficies irregulares o fuertes como el cemento hace que poco a poco se vayan comprimiendo las carillas articulares de la columna vertebral.
Ante esto el uso de zapatos adecuados con una buena amortiguación y el calentamiento de las piernas y región lumbar es fundamental para disminuir el riesgo de los daños mencionados.