Es un producto frecuente en la canasta familiar por sus beneficios nutricionales, pero que requiere de un cuidado especial para evitar intoxicaciones.
El correcto almacenamiento y manipulación de los alimentos en casa es fundamental para evitar enfermedades causadas por lo que se consume. Sin embargo, otro aspecto importante y el primer paso de la cadena, es seleccionar bien los productos a la hora de hacer las compras. Las proteínas animales, particularmente el pescado, pueden alarmar sobre su estado a la hora de comprar pescado.
El Ministerio de Salud y Protección Social, entrega las siguientes pautas para tomar la mejor decisión:
- La carne debe ser firme y elástica al tacto, bien adherida a los huesos, que no se desprenda al ejercer presión con los dedos. El color debe ser el propio, según el tipo de pescado con una superficie de corte brillante.
- Las escamas deben estar unidas entre sí, bien adheridas a la piel, con brillo metálico y no viscosas.
- El olor debe ser agradable, con aroma marino. Si lo siente amoniacal o fétido, probablemente está malo.
La cavidad abdominal no debe tener vísceras y debe estar limpia, la superficie sin desgarres. - Las branquias deben ser de un color entre rosado y rojo intenso; húmedas y brillantes; sin sustancias viscosas o malos olores.
- Los ojos deben ocupar toda la cavidad en la que están, deben ser transparentes, brillantes, salientes y con la pupila oscura.
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