Navidad es una época del año donde la comida abunda, pero algunos productos característicos de la temporada son ultraprocesados de forma sintética, con colorantes que están asociados con un mayor riesgo de padecer problemas de salud.
Los ultraprocesados están cargados de azúcares, grasas, harinas, aditivos, edulcorantes y colorantes que están elaborados a partir de sustancias derivadas de otros alimentos. Los tintes sintéticos pueden guardar una relación con el cáncer de colon y recto, tal y como lo advierte Lorne J. Hofseth, profesor y director del Centro de Investigación del Cáncer de Colon de la Universidad de Carolina del Sur en un artículo para The Conversation, pues señala que desde su procedencia son perjudiciales. «A menudo se sintetizan a partir de un químico derivado del petróleo llamado naftaleno con el que obtienen los colorantes azoicos, con los que se preparan los productos».
Aunque consumir algunos productos con estas características durante Navidad no provocan esta enfermedad, mantener una dieta a largo plazo que los incluya sí representa un factor de riesgo. Hasta el momento los colorantes que se usan para comer aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) no han sido clasificados como cancerígenos, pero la evidencia científica enciende las alarmas ante posibles riesgos para la salud. Una de las evidencias es que los tintes estimulan la “maquinaria inflamatoria” del cuerpo, lo que representa un problema para el colon y el recto debido a que por medio de esta maquinaria se transportan las células cancerígenas cuando el objetivo inicial era curar una lesión o capturar otra enfermedad.
Otro riesgo que destaca el especialista es que las bacterias del intestino son capaces de descomponer estos colorantes artificiales en moléculas que causan cáncer. No obstante, para Hofseth, el daño al ADN es el principal desencadenante del cáncer colorrectal, pues en este momento es cuando mutan las células cancerosas.
Según Hofseth, el uso extendido de los tintes sintéticos se debe a que son más baratos, más brillantes y duran más en comparación con las opciones naturales como el extracto de remolacha. Otro factor que impulsa el consumo de productos poco saludables es que hay una tendencia existente a hacer alimentos menos nutritivos pero más apetecibles para la vista de los niños, al usar colores más llamativos para captar su atención.
Acciones que impactan
Más allá de los esfuerzos para impulsar y promover políticas enfocadas al cuidado de lo que se comercializa en los mercados, hay algunas alternativas para aplicar y retirar en mayor medida este tipo de productos de la dieta cotidiana.
- Preferir productos como zumos y bebidas a partir de frutas y verduras que además aportan vitaminas y minerales.
- Usar colorantes naturales como zanahorias, naranjas, azafrán, cúrcuma o remolachas.
- Leer las etiquetas de los productos a consumir para evitar los colorantes perjudiciales.
- A los niños se les pueden ofrecer opciones que contengan frutas coloridas para llamar su atención.
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