Un grupo de investigadores españoles analizó el efecto de la fructosa durante la gestación y concluyó que su consumo excesivo daña la placenta y provoca estrés oxidativo en los fetos.
Los académicos, de la Universidad de CEU San Pablo, determinaron que la ingesta elevada de esta forma de azúcar aumenta el riesgo de que los bebés presenten enfermedades metabólicas en su vida adulta. Además, entre todas las variables que pueden afectar la salud de los fetos, quizás la más influyente es la alimentación de la madre. “El propósito del estudio es invitar a reflexionar a la sociedad en general y, a las mujeres embarazadas en particular, a que disminuyan el contenido de fructosa y prefieran comidas y bebidas de origen natural en reemplazo de alimentos procesados y refrescos artificiales”. Le puede interesar Azúcar, escondida en muchos alimentos
Es importante resaltar que la fructosa se utiliza para fabricar sirope de maíz, usado por la industria alimentaria para edulcorar comidas procesadas, repostería industrial, helados, mermeladas, salsas y condimentos y, sobre todo, bebidas poco naturales. Le puede interesar Las bebidas con azúcar añadido pueden dañar su corazón
El consumo excesivo de estos alimentos, y por tanto de este edulcorante, se relaciona desde hace años con la aparición de patologías como la obesidad y la diabetes.
El estudio
El equipo utilizó tres grupos de animales. Uno de ellos bebió una solución que contenía fructosa a lo largo de la gestación. Y los otros dos tomaron solo agua o una solución con glucosa. Los tres se alimentaron por igual con comida estándar para animal de laboratorio.Los fetos del primer equipo mostraron unos niveles de oxidación altos tanto en el plasma como en el hígado.