Cuando una o ambas mamas producen leche o secreción lechosa y la mujer no está ni sospecha de un embarazo es porque padece galactorrea.
El diagnóstico se da luego de que los senos gotean cuando se les toca o por sí solos. A veces, el líquido es de color amarillo o verdoso. En cualquier caso, es importante acudir al especialista para estudiar la razón de la secreción lechosa y determinar lo que está sucediendo.
Ausencia del período menstrual o menstruaciones irregulares, dolores de cabeza, pérdida de la visión, disminución del deseo sexual, aumento en el crecimiento de vello en la barbilla o pecho, acné y disfunción eréctil en hombres (en ellos también puede presentarse, aunque en menor medida) son otros síntomas relacionados a esta enfermedad.
Otras causas asociadas, según el portal FamilyDoctor.org, incluyen el uso de píldoras anticonceptivas, sobreestimulación de las mamas, autoexámenes frecuentes, utilización de ropa irritante, ingesta de medicamentos para la presión arterial y sedantes, de suplementos a base de hierbas, así como de drogas psicoactivas, enfermedad renal, tiroides poco activa o lesión o trauma en el pecho o médula espinal, tumor o defecto de la glándula pituitaria, esta última encargada de estimular la producción de hormonas por parte de las gónadas y la ovulación.
El médico ordenará exámenes de sangre para conocer los niveles hormonales, una prueba de embarazo y, si hay sospecha de un tumor, solicitará una Tomografía por Resonancia Magnética (TRM).
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