Se ha llamado como blancorexia a este efecto que se consigue a través de un procedimiento odontológico. Conozca las implicaciones que tiene.
Asesoras: Eugenia Forero Forero – Especialista en Cirugía Maxilofacial, adscrita a Coomeva Medicina Prepagada
Natalia Berdugo – Odontóloga
El blanqueamiento dental es un procedimiento odontológico destinado a aclarar el tono del esmalte de los dientes, provocando un proceso de oxidación que hace que el esmalte se torne más blanco. Natalia Berdugo, odontóloga, explicó que en la actualidad hay una obsesión por tener los dientes muy blancos, conocida como la “blancorexia”. Este exceso provoca que el diente se ponga de un color blanco opaco y pierda su brillo natural. Lo recomendado, agregó, es hacerse un mantenimiento anual, y eso en caso de que el odontólogo lo determine necesario.
Antes de realizarse, es fundamental una evaluación completa por parte del odontólogo, para verificar que no tenga caries, ni encías inflamadas que sangran o tengan cálculos; ni tampoco los cuellos de los dientes expuestos o con restauraciones muy extensas. En pacientes que tengan dientes manchados por ingesta de tetraciclinas, hay que evitarlo pues hay que tratarlos antes del blanqueamiento.
Tampoco debe practicarse en pacientes embarazadas o lactantes, o en las que han tenido radioterapia o quimioterapia ni en menores de edad, aunque hay excepciones en algunos pequeños, con quienes se usan concentraciones bajitas.
Cuidados tras el procedimiento
Es importante aclarar que ningún procedimiento es permanente. Al respecto, Eugenia Forero Forero, especialista en Cirugía Maxilofacial, explica que el paciente, tras el procedimiento, debe adquirir buenos hábitos de higiene oral y no consumir alimentos que dañen el blanqueamiento como los betacarotenos y las bebidas oscuras, como gaseosas, chocolate, té y café; y evitar fumar.
Forero agregó que en caso de fracturas dentales, traumas o enfermedades sistémicas que alteren la cavidad oral, o en caso de úlceras o alguna lesión a nivel de mucosas orales, lo más indicado es no realizar un blanqueamiento.
2 veces al año, como mínimo, es importante visitar al odontólogo como medida de prevención.
Efectos secundarios que pueden ocurrir
Sensibilidad: al consumir alimentos muy fríos o muy calientes se puede presentar. Sin embargo, este síntoma es temporal. También puede ocurrir sangrado e inflamación de las encías (este último por contacto con los geles).
Reacciones alérgicas: hay algunos pacientes que reaccionan a algún componente químico de los agentes blanqueadores. Tomar precauciones con el lugar donde se hace, porque una solución más concentrada de lo habitual, ocasiona quemaduras.
Otros problemas: por ejemplo, irritación gástrica en caso de que el paciente ingiera gel accidentalmente. Hay riesgos de muerte del nervio, en casos excepcionales si no se toman precauciones con caries, cuellos o raíces expuestas.
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