Entre los ácidos grasos fundamentales para el desarrollo del cuerpo humano existen dos que el organismo por sí mismo no es capaz de producir: el omega 3 y omega 6.
Ambos son componentes importantes de las membranas de la células y de otras sustancias que ayudan en el proceso anti inflamatorio y regulan la presión arterial, entre otros beneficios. Por eso, es importante incluirlos dentro de la alimentación para que el cuerpo reciba la dosis necesaria de ambos componentes.
La discusión está en la proporción ideal entre uno y otro, pues la verdad es que el exceso de omega 6 se ha relacionado con el aumento del riesgo de sufrir enfermedades coronarias entre otros problemas de salud. Es por esto que, aunque dicho ácido es necesario en el organismo, su ingesta debe ser controlada y acompañada siempre de omega 3 para que surta el efecto positivo sobre el mismo.
“El omega 6 solo, si no se complementa con omega 3, va a pasar de tener propiedades benéficas a ser terriblemente inflamatorio”, afirma el médico cirujano especialista en medicina funcional, Carlos Jaramillo, al explicar que el ser humano debe tener una relación de uno a uno en cuanto a estos dos componentes y el promedio en Colombia actualmente, según investigaciones que la marca Team ha realizado, está en una relación de 1 de omega 3 por 25 de omega 6.
Por eso, la recomendación del especialista es consumir omega 3 de manera crónica y sostenida para ayudar a compensar la balanza, ojalá haciéndolo parte de la dieta diaria. Igualmente, sostiene que en la bioquímica cuando se unen el omega 3 y omega 6 se potencia la acción del primero, por lo que es beneficiosos consumir productos que integran ambos ácidos grasos.
Incluirlos en la dieta alimenticia sería la opción ideal, pero si esto no se va a hacer juiciosamente una buena opción son los productos en forma de aceites o suplementos. En el mercado se pueden encontrar algunos productos como el aceite de coco que tiene propiedades anti inflamatorias y proporciona energía rápida y segura comparado con bebidas energizantes altas en glucosa, debido a su contenido de triglicéridos de cadena media; también encontramos otros aceites de linaza virgen que favorecen el óptimo funcionamiento del cerebro, promoviendo la concentración y el aprendizaje por su contenido de omega 3, y otros que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares gracias a que contienen ésteres de esterol vegetal con los dos tipos de omega.