Aunque es habitual creer que aparece debido a la falta de cuidados y falta de higiene, hay que tener presente que una piel limpia también puede sufrir acné.
Según la Asociación Colombiana de Dermatología (Asocolderma) existen numerosas causas del acné. Aunque su responsable es una bacteria (propionibacterium acnes), la aparición de esta se relaciona con los cambios hormonales, por eso es un problema tan habitual en la adolescencia. Sin embargo, muchas alteraciones hormonales producen acné también en otros momentos vitales, explican en la información de la web de Asocolderma:
- Los anticonceptivos hormonales, al trabajar sobre estos niveles en el organismo, también generan cambios, lo que puede producir acné en los periodos de transición (al principio o al final del tratamiento). Sin embargo, al tener un efecto anovulatorio al mismo tiempo pueden utilizarse para regular los niveles hormonales, de forma que puede ser un tratamiento efectivo para el acné.
- Las hormonas suprarrenales, como el cortisol, tienen un efecto en la salud de la piel. A estas les afecta directamente el estado anímico, por lo que un periodo de estrés prolongado o un trastorno de ansiedad podrían ser el origen de un brote en la piel y, sobre todo, un motivo de empeoramiento.
Cómo prevenirlo
El exceso de grasa en la piel también puede provocarlo, por lo que es preciso cuidar las rutinas y tipos de cremas que se utilizan para limpiar la piel.
Asimismo, el maquillaje puede producir acné si sus componentes no son adecuados para la piel o si no se está en buen estado, de ahí la importancia de respetar la fecha de consumo preferente indicada para estos productos.
En cuanto al sol, que suele considerarse beneficioso para el acné, en realidad lo agrava. El bronceado puede generar un efecto rebote al aumentar la producción de sebo para reparar la piel tras la exposición al sol.
Le puede interesar: ¿Cómo evitar los labios partidos o agrietados?