Conocer las enfermedades, saber cómo prevenirlas y cómo tratarlas es fundamental. Las dietas sanas son fundamentales, también el rigor al seguir los tratamientos.
Asesor: Andrés Collazos – Médico Internista de la Universidad del Valle, adscrito a Coomeva
La salud cardiovascular comprende el buen funcionamiento y cuidado del corazón, el cerebro, el riñón y la circulación. Enfermedades que atacan estos órganos, como la Diabetes Mellitus, Hipertensión Arterial y la Dislipidemia hacen parte de lo que se denomina “Enfermedades Crónicas No Transmisibles”, aquellas que no se contagian de una persona a otra, pero sí generan alarma en la salud pública por la cantidad de personas que las poseen y por el daño que pueden causar al cuerpo humano.
Estas enfermedades detectadas a tiempo y con el tratamiento adecuado son controlables y los pacientes pueden tener vidas normales, largas y de calidad. Siempre debemos incluir el tratamiento no farmacológico (que incluye alimentarnos sanamente, realizar actividad física todos los días, no fumar) y si es necesario, adicionar medicamentos para lograr el control. Por esto es importante conocer las enfermedades y aprender cómo prevenirlas.
¿Qué son?
Las enfermedades Cardiovasculares son un conjunto de enfermedades que afectan el corazón, el cerebro, los riñones y los vasos sanguíneos. Generan eventos como infartos al corazón, trombosis, accidentes cerebro vasculares, daño severo a los riñones y taponamiento de arterias, que derivan en amputación, entre otros.
Tres enfermedades bases que aumentan el riesgo cardiovascular
- Diabetes: “La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos”, según la OMS.
- Hipertensión arterial: Conocida como tensión arterial alta o elevada, es un trastorno en el que los vasos sanguíneos presentan una tensión persistentemente alta, lo que se traduce en un aumento de la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. La tensión arterial normal en adultos es de 120/80 mm Hg, cuando ésta es igual o superior a 140/90 mm Hg se considera alta o elevada. La mayoría de personas que tienen hipertensión no presentan síntoma alguno, sin embargo, algunas alertas pueden ser: dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales.
- Dislipidemia: La dislipidemia se caracteriza por cantidades elevadas de colesterol y/o triglicéridos en sangre, aumentando el riesgo de ateroesclerosis, cardiopatía, ECV (enfermedad Cerebro Vascular) e hipertensión. La dislipidemia puede producirse por exceso de peso, algunos medicamentos, diabetes, sedentarismo y consumo excesivo de alcohol y tabaco.
¿Cuándo?
Es muy difícil predecir cuándo se producen estas enfermedades en el cuerpo humano. Las afecciones a nuestros órganos se desarrollan de manera progresiva, lenta y silenciosa (no sentimos nada a pesar del deterioro) y al cabo del tiempo nos damos cuenta del daño porque sufrimos un infarto al corazón o una trombosis cerebral, o porque disminuye nuestra calidad de vida; por ejemplo, empezamos a sentirnos excesivamente cansados o asfixiados, sin energía. Cuando ya lo que debemos hacer es atacar el problema e iniciar el control de la enfermedad.
Sin embargo, los profesionales de la salud actualmente están trabajando por la detección temprana de ellas, y es por esto que todas las organizaciones, instituciones o entidades de salud hoy enseñan a los usuarios cómo cuidarse para evitarlas, así como también en los consultorios médicos se realizan esfuerzos por capacitar al personal de salud en el análisis de los riesgos personales y familiares, en la evaluación de los estilos de vida, buscando determinar qué paciente presenta mayor riesgo y requiere un seguimiento frecuente para detectar la enfermedad en su etapa inicial y así empezar el tratamiento mejor indicado para su estadío.
La ley de nuestro país dispone que todas las EPS deberán disponer servicios y evaluaciones de las enfermedades cardiovasculares para todos sus usuarios de 45 años en adelante. Esta instrucción obligatoria se deriva de la necesidad de diagnosticarlas de manera temprana y poder garantizar el tratamiento y control necesarios para preservar la salud y la calidad de vida de los colombianos.
¿Por qué?
Las enfermedades cardiovasculares se generan por los malos hábitos de vida que tenemos. Según el doctor Andrés Collazos, médico Internista de la Universidad del Valle, las causas de la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y el colesterol alto son comunes entre sí y radican en: la mala alimentación, es decir, comer mucho y con pocos alimentos saludables; el sedentarismo o permanecer inactivo, sin caminar ni tener actividad física todos los días para fortalecer nuestro cuerpo y quemar calorías que tenemos acumuladas; el alto consumo de sal, como la que contienen alimentos como embutidos (incluidas las salchichas, salchichones, el jamón, la mortadela) o la que le agregamos con el salero; el sobrepeso y obesidad. Si sumamos el hábito de fumar a todas las anteriores los daños arteriales se aceleran.
Para su diagnóstico es importante tener en cuenta los antecedentes familiares de cada paciente, sin embargo, los hábitos son un componente determinante en la activación de las tres enfermedades anteriores. Por esto, el mundo llama poderosamente la atención frente al tema de la “Corresponsabilidad”, el cual sustenta que los pacientes son agentes activos de sus procesos de sanación y control; es más, podríamos pensar que cada persona es responsable de su salud pues depende de sus hábitos alimenticios, actividad física y costumbres, conservar el buen funcionamiento de sus órganos.
“Anteriormente los abuelos desarrollaban este tipo de enfermedades a edades más avanzadas o no las padecían. El motivo es que anteriormente las personas caminaban más por la deficiencia de medios de transporte, los mercados quedaban lejos y no habían tiendas en cada esquina, al igual que comían mucho mejor, pues su alimentación se basaba en frutas y verduras”, destaca el profesional.
Las enfermedades cardiovasculares son un tema de importancia para la expectativa de vida de la población, pues se pueden ocasionar daños irreparables en los órganos, debido a la deficiencia de insulina, la alta presión sanguínea, y el taponamiento de las arterias con colesterol, agravado por consumo de cigarrillo, llevando al cuerpo a desarrollar otras enfermedades asociadas, que van afectando progresivamente la movilidad y funcionalidad del organismo.
Por ejemplo: “Las personas no se mueren por tener la presión alta, el problema es que esta condición empieza a dañar lentamente la circulación del cerebro, del corazón, de los riñones y las piernas, llevándonos a desarrollar accidentes cerebrales, insuficiencias cardiacas y renales, taponamiento de arterias, entre otras”, explica el doctor Collazos.
Destacando además, que es posible que una persona pueda tener las tres enfermedades juntas, aumentando su riesgo al máximo. “Los diabéticos tienen más probabilidades de ser hipertensos y tener el colesterol alto, por ello la prevención, el diagnóstico y el control son los mejores aliados para vivir más y mejor”.
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¿Cómo?
Como lo hemos reiterado anteriormente es necesario que cuidemos nuestra salud cardiovascular de manera integral por medio de los hábitos de vida saludables. Le ayudamos a mejorarlos con estos sencillos consejos.
- Consuma sus comidas con bajos niveles de sal y azúcar.
- La alimentación debe ser fraccionada evitando el ayuno. Entre 3 y 5 comidas al día. Desayuno, almuerzo, cena y meriendas en la media mañana y tarde, principalmente yogur o frutas.
- No fumar.
- No ingerir bebidas alcohólicas.
- Evite el estrés.
- Dormir entre 7 u 8 horas al día.
- Consuma gran cantidad de alimentos frescos, variados y que sean preparados cocidos, asados o a la parrilla. Reduzca al mínimo los fritos.
- Busque el equilibrio entre las calorías y nutrientes que ingiere y la realización de actividad física. 30 minutos diarios es la recomendación.
¿Cómo trabajamos en Coomeva?
La EPS Coomeva adelanta esfuerzos desde hace dos años por fortalecer su programa de salud cardiovascular, mejorando los procedimientos y actividades que se realizan en las IPS con los pacientes Diabéticos, Hipertensos y con Colesterol Alto.
Los programas de prevención de estas enfermedades son conformados por un equipo humano multidisciplinario que garantiza a los usuarios un abordaje integral de su enfermedad y el exitoso control de la misma: médico general de base, especialista, enfermeras, nutricionista, sicólogos, auxiliares de enfermería y personal administrativo, son quienes diariamente prestan su atención a las inquietudes, controles, procesos, exámenes y actividades que debe realizar el paciente para controlar el riesgo.
Este equipo recibe mensualmente capacitaciones sobre cómo mejorar la comunicación con los pacientes para explicar de manera sencilla y completa las instrucciones requeridas o despejar dudas; aprende técnicas para explicar procedimientos, como la aplicación de insulina y uso del glucómetro, la revisión de los pies y las uñas, así como la correcta realización del autoexamen de seno; la adecuada y necesaria administración de los medicamentos; y la alimentación balanceada y saludable que cada persona debe emplear de acuerdo a sus particularidades.
Entre mayor sinceridad y comunicación existe entre médico y paciente se logran mejores resultados. Es un mito pensar que el paciente es quién debe esperar todo y que su papel es pasivo, carente de responsabilidad en el proceso. La medicina actual busca que el paciente conozca su enfermedad, conozca las alternativas de tratamiento, elija y luego de haber tomado conciencia de su realidad pueda cumplir los objetivos trazados en conjunto para garantizar su mejoría y control de la enfermedad.
Así lo explica el doctor Andrés Collazos: “Estamos entrenando al personal para que pueda convenir con el paciente el cómo llegará al logro de las metas, gracias a que el paciente es consciente de su tratamiento. El proceso incluye enseñar cómo elegir los alimentos, sobre todo a los diabéticos; con la hipertensión se discuten cuáles son los temores que se tienen frente a los medicamentos y así trabajamos de la mano, pues el desconocimiento y los temores afectan el cumplimiento de las metas”.
Con el manejo pedagógico y práctico que tienen los programas gana la salud. Pues dentro de la nueva modalidad se implementa un análisis entre médico-paciente de los tratamientos más recomendados para cada quien, dependiendo del estadio de la enfermedad, buscando mayores beneficios y describiendo los efectos adversos para prevenir los episodios de alarma y desestímulo de los pacientes, que puedan afectar la continuidad de la administración de las medicinas.
Desde 2012 Coomeva ha adoptado las guías médicas internacionales de tratamiento que producen países desarrollados y asociaciones médicas internacionales especializadas en diversas patologías. Las guías se están trabajando con los especialistas de la EPS para mejorar su proceder y la visión frente a cada enfermedad, entregando al paciente un servicio de mejor calidad y con estándares internacionales que significan un mejor tratamiento para mantener su calidad de vida.
Mitos y realidades
Con el pasar de los años y la evolución de cada una de las tres enfermedades que hemos abordado en este artículo, las personas generan mitos que impiden que los pacientes sean constantes y positivos frente a sus tratamientos.
A continuación aclaramos algunos de ellos
- Mito: “No siento ningún dolor o síntoma, por eso no consulto”.
- R/. Es importante considerar antecedentes familiares y hábitos para diagnosticar tempranamente una enfermedad; cuando los síntomas aparecen es porque los órganos ya están afectados.
- Mito: “No creo que sea hipertenso, porque no me duele la cabeza frecuentemente”.
- R/. No todas las personas con Hipertensión Arterial sufren dolores de cabeza, realmente es la minoría.
- Mito: “Cuando inicio mi tratamiento para el control de la Hipertensión me recetan Losartán o Enalapril, que son dañinos para los riñones”.
- R/. Por el contrario, este tipo de medicamentos le protegen los riñones para que no se deterioren debido a la hipertensión arterial, el daño ya ha sido causado por la misma enfermedad.
- Mito: “Si me diagnostican Colesterol Alto inicio tratamiento con medicamentos que dañarán mi hígado”.
- R/. Los medicamentos tiene la función de detener la producción de colesterol malo que realiza el hígado para no congestionar más el sistema circulatorio.
- Mito: Dicen: “La insulina produce bajones de azúcar”.
- R/. Los bajones de azúcar o hipoglucemias sólo ocurren cuando se administra de manera incorrecta. Es por eso que en Coomeva EPS lo educamos para usarla de forma segura.
- Mito: “Si inicio mi tratamiento para el control de la Diabetes con aplicación de insulina, pronto terminaré en diálisis, estaré ciego o me amputarán una pierna”.
- R/. Por el contrario, el inicio temprano y la dosis correcta de insulina controlan el nivel de glucosa (el azúcar de nuestra sangre) y eso protege todos nuestros órganos, pues la insulina ayuda a controlar los niveles de azúcar que cuando están libres van deteriorando los tejidos.