Evitar las grasas saturadas y el consumo de bebidas azucaradas ayuda a una persona a cuidar de su corazón. Este órgano tiene la tarea de mantener a un individuo vital.
Asesor: Édison Muñoz. Cardiólogo del Hospital San Vicente Fundación
Realizar al menos 150 minutos de ejercicio a la semana, no fumar, evitar el consumo de bebidas alcohólicas y alimentarse de manera saludable son las mejores medidas para ayudar a prevenir una enfermedad cardiaca. Disminuir el estrés y aumentar la sensación de bienestar mantienen al corazón saludable. Se requiere que las personas tengan consciencia de la importancia del cuidado de este órgano vital a lo largo de toda su vida.
Azúcar moderada
Disminuir el consumo de bebidas artificiales y saborizadas con azúcar ayuda a prevenir la enfermedad cardiovascular. Su consumo frecuente, por tanto, aumenta la probabilidad de que se produzcan ataques cardiacos o trombosis cerebrales, además de otros problemas como obesidad y diabetes. Lo recomendable es darle prioridad a alimentos que la contienen en forma natural.
350 ml es la ingesta límite diaria de bebidas azucaradas.
Grasas saludables
Lo ideal es omitir los ácidos grasos trans presentes en alimentos procesados o industriales (fritos, margarina o productos de paquete) y remplazarlos por grasas saludables como las que están en nueces o aguacate, entre otros. Las grasas trans pueden elevar el colesterol en la sangre y aumentar el riesgo de sufrir cardiopatía. Opte por
lácteos y quesos bajos en grasa
y aceites de oliva o girasol.
10% es el límite de grasas saturadas que se recomienda consumir diariamente.