Apartar este hábito perjudicial trae beneficios generales para el organismo. Uno de los mayores impactos se da en la higiene bucal.
Asesora Ángela Leal – Odontóloga
Está comprobado que el cigarrillo es un factor que genera la aparición de la enfermedad periodontal, que puede manifestarse desde una simple inflamación en las encías hasta una enfermedad grave que causa la pérdida de los dientes.
El cigarrillo produce cambios en las células que modifican la calidad de la saliva. Estos son progresivos y no regenerativos. «En nuestra boca tenemos muchas glándulas salivales de diferentes tipos y, a mayor cigarrillo, son más las células afectadas», explica la doctora Ángela Leal.
La enfermedad periodontal no afecta directamente a los dientes, sino a los tejidos y huesos que los sostienen y la parte de la encía, mientras que el esmalte de los mismos sufre pigmentaciones que son las que generalmente llevan el paciente a consulta, señala la especialista.
«El consumo de tabaco es una de las contraindicaciones más claras en las cirugías de implantes. Un paciente que haya perdido los dientes por enfermedad periodontal y, que esa enfermedad esté unida al consumo de cigarrillo, es una persona que para lograr rehabilitarse tendrá muchos inconvenientes», asegura.
Además del cigarrillo, se suman otros factores como el descuido o la falta de hábitos de limpieza, que llevan a otras afectaciones como el mal aliento o la sensibilidad: «Cuando los dientes se empiezan a aflojar y empieza a aparecer la enfermedad periodontal, el individuo ya no puede comer cosas duras, frías o calientes, afectándose también su calidad de vida».
Camino a la recuperación
Cuando un fumador decide dejar el cigarrillo, el factor más importante para una recuperación exitosa, según la odontóloga, es la motivación.
«Lo primero es asistir a una consulta odontológica, donde se le indica un plan de tratamiento dependiendo de la afectación del tabaco sobre los dientes», dice la especialista.
Estas personas deben aumentar la frecuencia de visitas al odontólogo, al menos cada tres o cuatro meses. El siguiente paso es recuperar la higiene bucal, el uso de la seda dental y tomar mucha agua, ya que al verse afectada la calidad de la saliva, la autolimpieza disminuye.
Para la doctora Leal, lo primordial es buscar salud. «Hoy en día la gente comienza por la estética, y lo primero es buscar salud, que el paciente tenga dientes funcionales, ya que la boca es una parte integral del cuerpo».
En este sentido, un especialista debe empezar por quitar caries, cálculos, malas restauraciones y cuidar los dientes que funcionan bien.
«Luego de preservar la salud bucal, se pasa a la rehabilitación: buscar que el paciente pueda usar sus dientes de manera funcional; que no le duelan y pueda sonreír», dice la especialista.
Para esto existen varios tipos de tratamientos y aclaramientos dentales. Sin embargo, estos procedimientos no logran un aclaramiento total de los dientes.
La doctora Leal asegura que la motivación produce higiene, y los buenos hábitos son primordiales para recuperar la salud bucal luego de dejar el cigarrillo.
«Cuando una persona ve sus dientes bonitos, empieza a preocuparse más y es quien llama y visita al especialista».
Buena higiene
Además de usar frecuentemente la seda dental y cepillarse al menos tres veces al día, es necesario cambiar el cepillo de dientes cuando las cerdas empiecen a abrirse y realizar enjuagues o buches que ayudan a eliminar las bacterias que quedan aún después del cepillado.
La especialista señala que, poco a poco, con la ayuda y apoyo de la familia, una persona que deje de fumar y siga las recomendaciones para recuperar su salud gozará de una buena sonrisa, mejorará su calidad de vida y se sentirá mejor consigo misma.
Al dejar de fumar se reduce el riesgo de infecciones y patologías periodontales: las encías están sanas y, al producirse más saliva, mejora la capacidad del organismo de neutralizar la placa bacteriana.