La bronquiolitis es una razón de hospitalización muy común en bebés menores de 12 meses y cuando se complica puede llegar a ser grave.
Esta patología afecta por lo general a los niños menores de 2 años, siendo más frecuente entre los 3 y 6 meses de edad. Se trata de un virus que se contagia de forma directa por contacto con otras personas que tengan resfriado común o gripa.
La dificultad para respirar, una tos seca y en ocasiones con abundante secreción nasal, respiración ruda, irritabilidad, disminución del apetito y fiebre por encima a 38 grados son los síntomas más comunes, los cuales en principio, según afirma un Informe de la Clínica de la Universidad de la Sabana, se pueden manejar en casa.
Según el portal especializado Medline Plus, “la respiración a menudo mejora al tercer día y los síntomas en su mayoría desaparecen al cabo de una semana. En raras ocasiones, se presentan neumonía o problemas respiratorios más graves”.
Sin embargo, se debe prestar especial atención a los siguientes signos de alarma, ante los cuales de consultar a urgencias:
- Fiebre por más de tres días.
- Fatiga al respirar y/o al comer.
- Rechazo completo a la ingesta de líquidos.
- Dificultad respiratoria.
- Piel morada, debido a la falta de oxígeno.
Algunos factores de riesgo pueden aumentar la posibilidad de su aparición: nacer antes de las 37 semanas de gestación, estar expuestos a humo de leña o cigarrillo, no ser amamantado, son algunos de ellos.