Prevención y concientización son los aliados para controlar los niveles elevados de azúcar.
La diabetes es una enfermedad crónica e irreversible del metabolismo, que se desencadena cuando el páncreas pierde su capacidad de producir suficiente insulina o cuando el cuerpo no logra utilizarla con eficacia.
La insulina es la hormona encargada de transportar la glucosa de los alimentos hacia las células, donde se transforma en la energía vital para el organismo. Cuando esto no sucede en su ciclo normal, el azúcar se acumula en la sangre hasta alcanzar niveles perjudiciales para la salud, deshidrata las células y deja el organismo sin combustible.
Esta condición médica es una de las cuatro enfermedades no transmisibles (ENT) que requieren intervención de carácter prioritario por su alta prevalencia. Para ello, la Organización Mundial de la Salud con el Programa de Diabetes, enfoca sus esfuerzos en “prevenir esta enfermedad siempre que sea posible y, cuando no lo sea, reducir al mínimo sus complicaciones y mejorar la calidad de vida”.
422 millones de personas en el mundo padecen diabetes, y solo la mitad están diagnosticadas.
Tipos de diabetes
La diabetes tipo 1 – juvenil No puede prevenirse. Se da por una predisposición genética que destruye las células encargadas de producir insulina, de manera permanente e irreversible.
En la de tipo 2 el cuerpo sí es capaz de producir insulina, pero no logra usarla con eficiencia. Por lo menos el 90% de los pacientes diabéticos son de este tipo y su aparición está asociada con el sedentarismo, el sobrepeso y los malos hábitos alimenticios.
Con ambos tipos de diabetes se puede vivir una vida normal, larga y saludable.
pero, en gran medida, depende del compromiso del paciente con su bienestar y su futuro.
Vivir con la enfermedad
El punto de partida es tener un diagnóstico a tiempo y comprender que una vez diagnosticada no hay marcha atrás. Un buen tratamiento incluye:
- Monitorear los niveles de azúcar.
- Aplicar o tomar la insulina si lo requiere, y como lo indica el médico.
- Hacer ejercicio.
- Llevar una dieta saludable.
- Evitar el cigarrillo.
- Controlar la tensión arterial.
- Visitar con regularidad al especialista.
En los niños
La preocupación mayor es que la diabetes tipo 2 solía aparecer solo en adultos, pero con la popularización de la comida chatarra, los refrescos y comidas azucaradas se incrementó la aparición de la patología en niños. Es importante que los padres de familia y educadores tomen conciencia para que transmitan a los niños hábitos alimenticios saludables y tengan una vida rodeada del deporte.
En el 2030 la diabetes será la séptima causa de defunción en el mundo.
1,5 millones de personas murieron como resultado de la diabetes en 2012.