El órgano más extenso del cuerpo representa la primera barrera del organismo frente a virus y enfermedades. Usar protección diaria es esencial para evitar enfermedades.
Asesora: Mónica Escobar Franco, dermatóloga
Regular la temperatura corporal, proteger al cuerpo de agentes infecciosos de los rayos del sol, sintetizar la vitamina D y mantener el equilibrio de los líquidos son algunas funciones esenciales de la piel que aportan al bienestar y a la salud de cada persona. Al ser un órgano externo y la primera barrera del cuerpo contra bacterias y virus, es sensible y merece un cuidado importante en la rutina diaria para evitar los efectos negativos de la exposición a la radiación ultravioleta producida por el sol y por dispositivos tecnológicos como las cámaras de bronceo. “El protector solar, esencial para mantener la salud de la piel, es solo un filtro y no brindan una protección del 100 % contra la radiación, por eso es necesario que las personas complementen este filtro con sombreros, ropa con protección y lentes”, afirma la dermatóloga Mónica Escobar.
Así mismo, otras enfermedades no tan conocidas de la piel como el vitiligo y la psoriasis, deben ser tratadas con especial atención, ya que tienen un profundo impacto en la calidad de vida de las personas y en su autoestima con consecuencias que pueden ser visibles y afectar la salud integral.
Cuidados esenciales
La limpieza, la hidratación y la protección constituyen los pasos básicos y más importantes para cuidar la piel diariamente. Para esto es necesario conocer el tipo de piel que tiene cada persona (seca, grasa, mixta), identificar las alergias, y si es una piel joven y madura, para determinar los productos adecuados.
El consejo: 15 minutos antes de salir al aire libre es el tiempo adecuado para aplicarse protector solar. Reaplicar después de nadar, o hacerlo cada 4 horas si está al aire libre. Tenga en cuenta que el Factor de Protección Solar (FPS) recomendado a la hora de escoger un protector solar es de 50, ya sea en gel, spray o loción.
Cáncer de piel
Pueden originarse diferentes tipos de esta enfermedad, pero los más comunes son el carcinoma basocelular, que se da en las células basales de la epidermis; y el carcinoma escamocelular, que se origina en las células escamosas de la misma capa. Estas patologías están relacionadas con la exposición al sol, por eso se presenta comúnmente en el cuello, el rostro o los hombros.
En cifras: 90% de los cánceres de piel no melanoma se relacionan con la exposición a la radiación ultravioleta del sol, según la Fundación de Cáncer de Piel.
Otras enfermedades
Existen otras patologías de la piel que deben ser atendidas como la dermatitis, que produce irritaciones o inflamaciones en la piel; la psoriasis, que se caracteriza por la aparición de lesiones rojizas escamosas y que afectan la calidad de vida de quien la padece, al igual que el vitiligo, que causa manchas en la piel despigmentadas y necesita de tratamientos.