También llamado intestino grueso, es un tubo largo y hueco que está al final del sistema digestivo, en el que el cuerpo produce y almacena los desechos o heces.
Asesor: Pablo Henrique Alemán Ochoa, médico internista, adscrito a Coomeva Medicina Prepagada.
De cada 10 personas, 5 a 7 pueden sufrir alteraciones en el colon a lo largo de su vida: “Esto es muy frecuente y una condición histórica, porque la inflamación de este órgano se asocia a la parte emocional del individuo. El colon es realmente el centro de las emociones y se altera cuando alguien siente una angustia, preocupación, tristeza o rabia, manifestándose a través de constipación o dolor, distensión o diarrea”, explica el médico Pablo Alemán. El ritmo acelerado de la vida actual, que implica una alimentación desequilibrada y copiosa, padecer estrés, la falta de tiempo y tener una mala higiene del sueño, también se suman a los factores de riesgo que afectan su funcionamiento y ocasionan problemas como estreñimiento, diarrea y cólicos hasta enfermedades como pólipos, colitis y cáncer colorrectal. Al corregir las causas externas es posible tratar y prevenir complicaciones asociadas para evitar el deterioro de la capacidad de digerir, permitiéndole al aparato digestivo realizar su proceso de transformar los alimentos en sustancias más sencillas y pequeñas que puedan ir hasta los órganos y nutrirlos. La función esencial del intestino grueso o colon es transportar los desechos de los alimentos, reabsorber el agua que haya en estos y expulsarlos del organismo como heces.
Conocer el organismo
En general, los alimentos que más producen intolerancia son las leguminosas, el repollo, los lácteos y comidas irritantes como el pimentón, el ají o el tomate. Sin embargo, la sensibilidad a estos depende de cada organismo. Una recomendación es tomarse el tiempo para comer e ingerir una pequeña sobremesa que no sea muy fría para ayudar a la digestión.
5 a 10 veces, en promedio, se debe masticar antes de tragar un bocado para que la saliva inicie el proceso de digestión.
Alteraciones y exámenes
El síndrome del colon irritable es una condición crónica con períodos muy o nada sintomáticos. Dolor abdominal, constipación, distensión, flatulencias y cambios en los hábitos intestinales son señales de alarma. Se pueden presentar pólipos, colitis ulcerativa y diverticulosis. El médico tratante le recomendará al paciente el tratamiento a seguir.
10 al 20 % de la población mundial sufre de Intestino irritable. Es la patología más común del colon.
Pautas para su cuidado
- Al comer, procurar quedar satisfecho y no lleno. Esto último incrementa la carga para el tracto digestivo, lo que ocasiona indigestión.
- Las señales de alarma de alguien que sufre del colon y, por los que debe consultar, son pérdida de peso, ausencia de deposiciones, heces con sangre o anemia inexplicada.
- Tomarse el tiempo para ir al baño para evitar fisuras, hemorroides o dolores en la expulsión.
1,5 a 2 litros de agua se recomienda beber al día para mantener un adecuado tránsito intestinal.