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Las vacunas son la armadura del cuerpo humano

Asesoría:
María Angélica Maya
Médica infectóloga

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Su mecanismo de protección se ha investigado durante más de un siglo, hoy previenen la muerte de más tres millones de personas en el mundo al año de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
   

Los seres humanos estamos acostumbrados a los simulacros. Hemos establecido una serie de instrucciones que nos permiten saber cómo actuar en caso de qué ocurra un incendio o un terremoto. La alarma, la ruta de evacuación y los puntos de encuentros son algunas de las señales que nos guían en caso de una eventualidad. Eso mismo sucede en nuestro organismo cuando nos vacunamos, le mostramos al cuerpo el camino para que se proteja de las amenazas. 

 

 “En este sentido le damos al sistema inmune la capacidad de crear una respuesta rápida y organizada para enfrentar agentes infecciosos. Por ello vemos que nos da malestar cuando nos vacunamos porque se está creando una ruta como en los simulacros. Se prepara al cuerpo y cuando entra el virus, este recuerda cómo debe actuar para combatirlo”, explica María Angélica Maya Restrepo, médica infectóloga. 

 

 Solo hasta finales del siglo XIX comenzaron a probarse las primeras vacunas en los seres humanos. Gracias a ellas, la viruela fue erradicada y enfermedades como el sarampión, la polio, la rubéola o la fiebre amarilla han sido controladas y los virus que las provocan se han vuelto endémicos, es decir, afectan solo a unas regiones o lugares específicos, e igualmente varias generaciones de adultos han aprendido a vivir con ellos, tienen una inmunidad más prolongada y saben defenderse. 

 

 De allí la importancia y la gran cantidad de vacunas que reciben los bebés en sus primeros años de vida. Su sistema inmunitario apenas se está preparando para convivir con los virus que hay en su entorno. “Es una forma de mostrarle al cuerpo de los más pequeños cómo defenderse y evitar que les dé una enfermedad grave, sean hospitalizados o en el peor de los casos, mueran”, asegura Maya Restrepo. 



Los refuerzos

Los simulacros se repiten en las empresas o colegios cada seis meses o cada año para que las personas recuerden las indicaciones que se les suministró. Así mismo funcionan las dosis de refuerzo, nuestro cuerpo debe recordar la información que se le ha suministrado para verificar el protocolo que se tiene. 

 

 En el caso de los niños, la segunda o tercera dosis permite refrescar lo que se aprendió en las primeras inyecciones y que el sistema inmune tenga más herramientas. También es importante tener en cuenta que las vacunas no son iguales y va a depender del momento epidemiológico del virus para saber cómo se trata. 

 “Muchas de las que se ponen en la infancia son refuerzos, pero algunas personas no son conscientes de ello, sea por desconocimiento o porque simplemente llevan a sus hijos a vacunar a ciertas edades y no saben cuál le están aplicando”, dice la médica infectóloga. 

 

 Por otro lado, los trabajadores de salud, pacientes con VIH, mayores de 50 años, viajeros,  personas embarazadas y con trasplante de órganos son poblaciones especiales que también requieren estar pendientes de su esquema de vacunación. Esto debido a sus problemas para controlar ciertas enfermedades y su vulnerabilidad y facilidad ante las hospitalizaciones o muertes. 

 

 “Desde los programas de control y prevención se hace mucho énfasis en ellos, pero también es una tarea de sus médicos y familiares estar atentos a su esquema. Así como las mamás están pendientes de los niños, debería ser costumbre que los hijos, parejas o seres queridos lleven a las personas que tienen estas condiciones a vacunar cuando sea el momento”, dice Maya Restrepo.

Una inmunidad social

Las vacunas permiten que tengamos una vida más saludable. Aumentan el número de años libres de enfermedades en las personas, es decir, han reducido de una forma muy importante las muertes. Así mismo, evitan que haya brotes virulentos, se tengan altas tasas de mortalidad o se viva en constantes cuarentenas. En la actualidad, por ejemplo, las vacunas, solo en Europa, han salvado medio millón de personas mayores de 60 años de morir por covid-19 de acuerdo con la OMS. 

 

También le han permitido a los niños vivir más. Antes de su desarrollo estos morían a temprana a edad o debían permanecer más tiempo en casa por enfermedades. De igual manera, para el avance en la construcción de ciertas empresas humanas las vacunas han sido esenciales, porque protegen a las personas de agentes infecciosos en las zonas de trabajo.

Conoce el Esquema de Vacunación en Colombia, de acuerdo con el Ministerio de Salud

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