Lo que la indigestión quiere decirle a tu cuerpo
Aunque no suele tener consecuencias graves, los síntomas de la indigestión no solo son molestos, también pueden llegar a ser muy incapacitantes y, en ocasiones, una alerta que nos está avisando de una enfermedad más seria.
Conocida popularmente como pesadez de estómago o digestión pesada, la indigestión (dispepsia) es una dolencia que todos hemos sufrido alguna vez, a menudo por culpa de hábitos incorrectos. Comer en exceso o demasiado rápido; abusar de alimentos grasosos o picantes; fumar; tomar altas cantidades de cafeína, bebidas carbonatadas, alcohol o chocolate; la ansiedad o el estrés y ciertos antibióticos, analgésicos y suplementos de hierro pueden causar indigestión. En el caso de las mujeres, el embarazo es otro desencadenante de esta afección.
La indigestión nos hace pasar malos ratos, pero a menudo no reviste mayor gravedad. Sin embargo, sí es una señal que nos da nuestro cuerpo de que debemos cambiar nuestros hábitos diarios hacia un estilo de vida más sencillo y ordenado.
Síntomas más comunes de la indigestión
Sentirse lleno rápidamente durante la comida
Molestia, ardor o hinchazón de la parte superior del abdomen.
Náuseas
Es importante señalar que la indigestión y la acidez estomacal no son sinónimos, aunque es frecuente que una persona tenga ambas dolencias al mismo tiempo. La acidez estomacal se produce cuando el ácido del estómago sube por el esófago y se manifiesta como una sensación dolorosa en el pecho, un ardor que se irradia hacia el cuello o la espalda. La acidez estomacal también puede ser un síntoma de ERGE (Enfermedad de Reflujo Gastroesofágico).
Hábitos para evitar la indigestión
Un estilo de vida más saludable te permitirá vivir sin indigestión. Además de evitar el tabaco y reducir en tu dieta los alimentos y bebidas que la provocan —café, chocolate, gaseosas, alcohol, fritos, grasas, picante—, debes procurar repartir las comidas en porciones más pequeñas para no llegar a la llenura total. Observar unos horarios estables para las comidas y dejar pasar al menos dos horas entre tu última comida y el momento de acostarte, son otros hábitos que te ayudarán a descansar mejor y a no forzar a tu aparato digestivo.
Otros aspectos como dormir suficientes horas, combatir el estrés y la ansiedad y abandonar la vida sedentaria, lograrán no solo eliminar la indigestión de tu estómago, sino también mejorar tu calidad de vida y tu salud en general.
¿Qué síntomas de indigestión deben ponerme en alerta?
Aunque la indigestión suele ser un episodio aislado provocado por un exceso en tus hábitos diarios, también puede ser parte de los síntomas causados por otras enfermedades como gastritis, úlceras pépticas, enfermedad celíaca, estreñimiento, pancreatitis, diabetes, obstrucción intestinal, cáncer de estómago o problemas de tiroides. Debes consultar inmediatamente al especialista si tienes estos síntomas y persisten durante más de dos semanas:
- vómitos frecuentes, en ocasiones con sangre.
- deglución difícil o dolorosa.
- pérdida de peso o del apetito sin explicación.
- heces negras.
- dolor abdominal agudo.
- indigestión acompañada de falta de aliento, sudoración o dolor que irradia a la mandíbula, el cuello o el brazo.