Si notas molestia frecuente, comportamientos violentos, destrucción de la propiedad ajena o tristeza en tus hijos debes estar atento. Aquí algunos tips.
La adolescencia, esa época de transición entre la niñez y la adultez, puede ser un momento clave en el desarrollo de una persona. Sin embargo, atravesarla puede representar, además de cambios físicos y emocionales, otras presiones sociales en la escuela por ejemplo, en la familia e incluso en el ámbito laboral.
Como padre o madre se debe estar al tanto de cada etapa, pues es un paso donde los hijos afirman su individualidad y empiezan a ser cada vez más responsables de sus decisiones. Y aunque sus deseos de ser independientes del hogar sean cada vez más fuertes, el núcleo familiar debe reconocer ciertos comportamientos para evitar sentimientos de soledad o desesperanza en el menor.
¿Qué hacer para ayudar?
Según las recomendaciones de la Academia Americana de Médicos de Familia, comprender la salud emocional de los adolescentes es vital para desarrollar su confianza y autoestima. Elogiarlos y ser específico sobre las razones, así como hacerles saber cuánto los valora, puede contribuir a este propósito.
«Alabar el comportamiento apropiado ayudará a que su hijo sienta una sensación de logro y reforzará los valores de su familia», explican desde la institución.
Animarlos a hablar con usted, escucharlos y ayudarlos a comprender sus sentimientos, puede brindarles seguridad y protección; así como procurar hacer que el hogar lo consideren un lugar seguro para ellos. Igualmente, es importante enseñarles resiliencia, cómo superar los tiempos difíciles, enfrentar el cambio, manejar el estrés y aprender de los contratiempos.
Otras buenas prácticas
De acuerdo con la Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente (Aacap), estas son algunas recomendaciones para que los padres se preparen para la adolescencia de sus hijos:
- Proporciona un ambiente hogareño seguro y amoroso.
- Crea una atmósfera de honestidad, confianza y respeto.
- Permita independencia y asertividad apropiadas según la edad.
- Desarrolla una relación que anime a tu hijo a hablar cuando esté molesto.
- Enseña la responsabilidad sobre las pertenencias, sobre las tareas domésticas y la importancia de aceptar límites.
- No olvides la importancia de las reglas. Haga que sean fáciles de entender y, cuando ponga una regla, asegúrate de que las razones estén claras.
- Escucha las inquietudes, opiniones y solicitudes de tu hijo.