El cerebro de los adolescentes posee una gran capacidad para cambiar y adaptarse. Su funcionamiento en esta etapa tiene la clave para muchos de sus comportamientos.
Aunque los primeros años de vida son decisivos en el desarrollo del cerebro, mucho ocurre también durante la adolescencia, cuando este “sufre una extensa remodelación, semejante a una actualización del cableado de una red informática”.
La frase es de un grupo de científicos consultados por la National Geographic, que resume lo que ocurre en esta etapa y que valida Unicef en su informe La adolescencia, una época de oportunidades. En el análisis se explica que durante la adolescencia temprana (10 a 14 años), el cerebro experimenta un súbito desarrollo eléctrico y fisiológico. “El número de células cerebrales puede casi llegar a duplicarse en el curso de un año, en tanto las redes neuronales se reorganizan radicalmente, con las repercusiones consiguientes sobre la capacidad emocional, física y mental”.
En este mundo digital que avanza de forma constante, su cerebro está bien preparado, reportan investigadores del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, para adaptarse a las nuevas tecnologías.
Otra evidencia que resaltan es que los adolescentes necesitan dormir más horas que los niños y los adultos. “La ciencia muestra que los niveles de melatonina (es decir, los niveles de la hormona del sueño) en la sangre se elevan naturalmente más tarde por la noche y bajan más tarde en la mañana en comparación con la mayoría de los niños y los adultos. Esto puede explicar por qué muchos adolescentes se quedan despiertos hasta tarde y les cuesta levantarse por la mañana”.