El estudio The disconnected Mind, de Ian Deary, profesor de la Universidad de Edimburgo, encontró que apenas un cuarto del envejecimiento cerebral se debe a herencia genética. Los restantes tres cuartos tienen que ver con el estilo de vida.
El autor asegura que así como hay maneras de recuperar el músculo por medio de la dieta y el ejercicio, también hay maneras para mantener agudas las principales funciones del cerebro. En consecuencia hace las siguientes recomendaciones para evitar que este órgano se deteriore.
- Aprendizaje permanente: el cerebro necesita estímulos, retos y nuevas metas. Eso implica estar dispuesto a aprender cosas nuevas, no importa qué, desde bailar hasta pintar.
- Buena actitud: la actitud lo hace todo y estar motivado e interesado en descubrir nuevas cosas sirve de antídoto para evitar el declive mental.
- Sociabilidad: reunirse con los amigos y participar en grupos comunitarios tiene un impacto saludable en el cerebro.
- Fuera estrés: este es el enemigo número uno del cerebro. Estar constantemente expuesto a la respuesta neuroendocrina de este estímulo se considera dañino, pues se acumula y con el tiempo puede causar problemas en las habilidades de este órgano.
- Dormir bien: no es solo un periodo de tiempo de la rutina diaria, es algo esencial para la salud física y emocional.