Practicar este pasatiempo permite que las uniones neuronales se mantengan activas, evitando el envejecimiento del cerebro.
Asesor Santiago Pérez Echeverri
Psicólogo
La mente, al igual que los músculos, necesita entrenar para conservarse en buenas condiciones. Para lograrlo, los crucigramas pueden ser una herramienta muy efectiva.
Llenar habitualmente las casillas de un crucigrama, representa un ejercicio mental que fusiona diversión, salud y bienestar. No se trata solo de pasar tiempo completando series de palabras. Es una actividad que acarrea el mejoramiento de habilidades como el razonamiento, la memoria general y la velocidad en los procesos mentales.
Los crucigramas son una forma de adquirir conocimientos de una forma diferente y dinámica, saberes relacionados con estructuras lingüísticas, cultura general y gramática. Incluso, hay quienes los defienden como una solución para aprender a resolver problemas lógicos de la vida cotidiana con rapidez y exactitud.
“Quienes se entretienen con crucigramas, tienen la posibilidad de desarrollar habilidades lingüísticas, ampliando su vocabulario”, señala el psicólogo Santiago Pérez Echeverri.
Estos pasatiempos ayudan a que las personas identifiquen patrones comunes en situaciones determinadas, para promover el análisis desde múltiples perspectivas, que permita desarrollar diferentes soluciones.
Asimismo, los crucigramas son una productiva vía de escape para un día estresante y acelerado, pues ayudan a que quien se enfrente a ellos, cambie su rutina y se relaje, dejando de lado las tensiones.
Los reflejos y la memoria también se benefician de esta actividad. Si la mente está activa con ayuda de herramientas como esta, tiene mayores posibilidades de entrenarse y mejorar la capacidad de recordar.
“Los crucigramas no son la cura de enfermedades mentales ni neuronales como el Alzheimer, pero sí contribuyen a progresar en términos de concentración, agilidad y lógica mental”, indica Pérez.
Existen muchas razones para no pasar de largo por la sección del periódico o revistas, sobre pasatiempos como los crucigramas. Son recursos que si se utilizan de forma habitual, despliegan cambios positivos y beneficiosos para el cuerpo humano.
¿Quién inventó los crucigramas?
Se cree que el origen de los crucigramas data del siglo I, pues hay indicios de ellos en las ruinas de Pompeya, en donde se conocían como cuadrado sator.
Sin embargo, los crucigramas, tal como hoy los diferenciamos, nacieron gracias a Arthur Wynne, un periodista inglés que publicó uno de estos pasatiempos en el New York World. A esta pieza se le llamó word – cross.
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