Lo que le sirve al corazón le sirve al cerebro. Por eso para la pérdida de la memoria se recomiendan hábitos como: comer y dormir bien, evitar el estrés y practicar actividad física e intelectual.
Asesor Asesor Francisco Lopera – Neurólogo
Los seres humanos estamos expuestos a los olvidos como un evento natural que hace parte del funcionamiento de nuestro cerebro. Sin embargo, estos olvidos pueden ser patológicos o amnesia, llegando al punto de afectar nuestra vida laboral, familiar y social.
Existen múltiples factores y enfermedades que pueden provocar la pérdida de la memoria, destacándose algunas como las lesiones cerebrales (trauma de cráneo, enfermedad cerebrovascular y los tumores) y las infecciones como la meningoencefalitis.
De igual forma, las enfermedades sistémicas como el hipotiroidismo, la desnutrición y la deficiencia de vitaminas, las enfermedades psiquiátricas como la depresión, los medicamentos, especialmente los sedantes y los tranquilizantes, las drogas de uso criminal como la escopolamina, pueden deteriorar nuestra memoria. La migraña, el estrés, los trastornos de atención y muchas enfermedades neurodegenerativas, entre ellas el Alzhéimer, también afectan la memoria.
La pérdida de la memoria no puede evitarse, pero sí puede hacerse más lento su deterioro mediante buenos hábitos como la actividad física e intelectual y dormir bien. Sin embargo, cuando la persona está predestinada genéticamente a sufrir una enfermedad neurodegenerativa es imposible evitar que llegue, así se pongan en práctica ejercicios o se tomen medicamentos.
Existen dos tipos de pérdida de la memoria: los olvidos benignos y las demencias. El olvido benigno es un bajón de la memoria que no afecta la vida cotidiana, laboral, familiar y social de la persona. La demencia, por su parte, es una pérdida de memoria y otras funciones cognitivas que producen una alteración de la funcionalidad y la pérdida de autonomía e independencia, por lo que se hace necesario el acompañamiento constante de un cuidador.
Existe también el deterioro cognitivo leve, etapa que antecede a la demencia y se caracteriza por una pérdida significativa de la memoria, es decir, una amnesia sin demencia. En esta etapa, la vida cotidiana de la persona puede afectarse, pero sin perder la autonomía e independencia.
Estimulación adecuada
La memoria se puede activar y estimular mediante la actividad intelectual, para ello existen juegos y actividades como:
Recordar patrones y ubicaciones
Asociar nombres con caras
Llevar un registro mental de diferentes datos
Recordar secuencias de objetos y movimientos
Cuidado con el AlzhÉimer
Es una de las enfermedades neurodegenerativas más conocidas. Es producida por la acumulación de basuras proteicas tóxicas en el cerebro que producen neurodegeneración y muerte neuronal, provocando la pérdida de memoria y otras funciones mentales hasta el punto de perder la autonomía y la independencia y requerir de un cuidador.
En realidad no existen tratamientos para prevenir el Alzhéimer, sin embargo, en la actualidad, en el mundo se están desarrollando 5 estudios de prevención con diferentes medicamentos. Uno de ellos en Antioquia, Colombia y terminaría en 2020. Debemos esperar que estos estudios terminen para conocer si dan resultados positivos.
65 años es la edad a partir de la cual se hace mas frecuente la perdida de la memoria cuando hablamos del Alzheimer tardío.
Consejos para la memoria
En el libro Memoria en forma, su autora, Jean Carper, periodista especializada en medicina y nutrición, recopila las últimas investigaciones sobre la bioquímica del cerebro, y brinda recomendaciones para ganarle la partida al tiempo.
- Controle su cintura. La obesidad central o visceral (alrededor del abdomen), en la mediana edad, predispone a futuros deterioros en el cerebro.
- Ame el lenguaje: la habilidad de escribir ideas complejas con claridad en una edad temprana nos hace menos propensos a tener Alzhéimer.
- Cuidado con las grasas omega-6: pueden destruir el cerebro. No se exceda en consumir aceite de maíz, de soja, aliños de ensalada y margarina.
- Coma más nueces: es recomendable consumir unos 30 g (de 7 a 9 nueces o almendras cada día). Recuerde que aportan calorías.
- Consuma cúrcuma o curry amarillo: investigadores de UCLAen E.U., han estudiado a fondo esta especie que es un antiinflamatorio y antioxidante.