Según Daniel Goleman, profesor de psicología de la Universidad de Harvard y autor del libro Inteligencia Emocional, esta se define como “la capacidad de reconocer, aceptar y canalizar las emociones para dirigir las conductas a objetivos deseados, lograrlo y compartirlos con los demás”.
La IE, según Goleman puede dividirse en cuatro bloques: el autoconocimiento y la autorregulación de las emociones (área intrapersonal), y la empatía y habilidades sociales (área interpersonal). Algunos autores añaden a esta última la capacidad de automotivarse y adaptarse al cambio.
Los beneficios de una correcta gestión emocional no solo se limitan a las relaciones sociales y autoestima, sus ventajas se extienden a otras áreas de la vida, como por ejemplo: mayor satisfacción y éxitos tanto a nivel personal como profesional, menor dependencia de las adicciones, mejor sistema inmunitario y salud en general, reducción de la ansiedad y el estrés, mayor satisfacción con el matrimonio y mayor carisma en el círculo social y profesional.
Algunos hábitos que tienen las personas con alta inteligencia emocional son:
- Reconocen sus sentimientos y los de los demás.
- Expresan correctamente sus emociones y sus pensamientos.
- Son fuertes y no se ofenden con facilidad.
- Reconocen cuando se equivocan y rectifican.
- No buscan la perfección.
- Se cuidan y saben lo importante que es la salud.
- Se enfocan en lo positivo, aún en la adversidad.
- Se rodean de gente alegre y con buenas vibraciones.
- Defienden su asertividad. Saben decir no.
- Aprecian y valoran lo que ya tienen.