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La alegría de ser un abuelo joven

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La adaptación y una toma de consciencia de este nuevo papel son fundamentales a la hora de pensar en la función que desempeñará este rol en la familia.

Lina Marcela Benítez. Psicóloga, adscrita a Coomeva Medicina Prepagada

La imagen de abuelos envejecidos, amables, pero lejanos y fuera de moda, va quedando guardada en las postales y las fotos antiguas.  El “abuelazgo”, si nos permitimos esta palabra, se vive de maneras distintas, no solo porque algunos abuelos mayores tienen una actitud de apertura y aprendizaje frente a sus nietos distinta a la de sus padres, sino porque en algunas ocasiones este “abuelazgo” sorprende a padres aún muy jóvenes y esto influye en sus formas de relacionarse con los nietos.

Es posible que a estos abuelos tempranos les cueste y les extrañe asumir la palabra abuelo o cualquier apodo derivado, que no tengan cómo compararse con sus pares porque su caso es aislado, y que se sorprendan por haber quedado un puesto más arriba en el escalón de las generaciones. Puede, además, que, sin confesarlo, sientan que este rol los empuja a un envejecimiento prematuro, como si ser abuelo joven fuera una contradicción en los términos genealógicos o, incluso, pueden lamentarse porque sus hijos se apresuraron a ser padres. Sea cual sea esa sensación, hay que enfrentar la situación de la mejor manera.

De acuerdo con la psicóloga Lina Marcela Benítez, “la manera de encarar esta nueva situación depende de las estrategias de afrontamiento que cada persona haya desarrollado a lo largo de la vida. Para algunos adultos esta suele ser una situación inesperada, más que un golpe para el ego que, al fin y al cabo, logran resolver con la experiencia y madurez de haber transitado ya el camino de ser padres de familia”.

 

Su función

Pero más allá del caso particular, ser abuelo genera muchas veces cambios en los estilos de vida de las personas para lo cual son ideales una adaptación y una toma de consciencia de este nuevo papel y la función que desempeñará en la dinámica familiar y en la vida del nuevo integrante.

Hay opciones. O bien el abuelo joven puede asumir un lugar que le permita al hijo responsabilizarse de las obligaciones y actividades que está en capacidad de desarrollar o, por el contrario, puede asumir un protagónico activo porque su hijo aún no puede responder a todas las demandas y responsabilidades que le exige la nueva situación.

Frente al nieto, sin embargo, es importante que los lugares del padre y del abuelo; o de la madre y de la abuela, queden bien delimitados tanto en el discurso cotidiano como en las responsabilidades que, en la medida de lo posible, asuma el padre o la madre. Entre otras, porque la posición de los abuelos está necesariamente en otro orden distinto al de los padres y su papel es complementar, desde otro lugar de la vida, la educación implementada por sus hijos.

 

El rol de la experiencia

Su papel es fundamental para los nietos porque, independiente de su edad, ellos les aportan su experiencia y ayudan a que los niños crezcan en los espacios afectivos que generan. En ellos, los niños desarrollan seguridad, confianza y afecto, y así contribuyen a su estabilidad emocional.

Pero en esta relación no solo ganan los nietos, también ganan los abuelos quienes acceden al mundo por la vía de sus nietos; a través de ellos entran a su casa nuevas expresiones, avances tecnológicos y nuevas maneras de ser y de hacer.  Los abuelos más jóvenes, además, tienen la ventaja de compartir momentos muy valiosos en las etapas de sus nietos y disfrutar con ellos muchas actividades en común.

En suma, con los nietos los abuelos hacen consciencia de lo que saben y advierten todo el amor y el afecto que están dispuestos a entregar.  Con los abuelos, los nietos se conectan con su historia. Por eso si los abuelos son para los nietos el vínculo con la experiencia (independiente de los años que tengan); los nietos son para los primeros, el vínculo con la novedad. Y de ese diálogo entre dos personas a dos generaciones de distancia surge mucho afecto. Mucha alegría.

 

Ser abuelo está relacionado

con la oportunidad de disfrutar con los nietos sin imitar la propia maternidad o paternidad. Es un rol que se puede disfrutar en cualquier etapa.

 

Actitudes positivas de los abuelos

  • Respetan las pautas educativas que sus hijos proponen a los nietos, aunque no estén totalmente de acuerdo con estas.
  • Sus opiniones son referencia para los padres y les ayudan a tomar decisiones basados en su experiencia.
  • Establecen con los nietos una relación privilegiada, la ocasión para vivir lúdicamente con ellos, gratificándolos, pero sin pasarse.
  • Aprovechan para transmitir vivencias y recuerdos.
  • Completan la educación de los padres, pero no la suplen.

55  a 60 años es la edad promedio en la que los adultos podrían convertirse en abuelos.

Más que desventajas, hay muchas oportunidades

  • Recibir alegría y afecto de un nuevo integrante de la familia.
  • Compartir con niños pequeños, jugar, enseñar y divertirse.
  • Oportunidad para hacer cosas nuevas o ya realizadas cuando se era padre

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