Los buenos hábitos para lograr una noche de sueño reparador se crean desde la infancia. Recomendaciones para establecer una rutina.
Al caer la noche, hay muchas opciones de entretenimiento para los niños que pueden parecer mucho más atractivas que irse a la cama. Es deber de los padres, como parte de una formación integral, fomentar en los pequeños unas costumbres que les ayuden a tener una higiene del sueño adecuada para que puedan descansar lo necesario.
El Servicio Nacional de Salud (NHS) británico estima que las horas de sueño que necesitan varían según la edad. Por ejemplo, para bebés de tres meses recomiendan de 10 a 11 horas; para niños de cuatro años son ideales 11 horas y media de sueño, y a partir de los 14 años, nueve horas está bien.
Algunas recomendaciones que hace la Sociedad Colombiana de Pediatría en su blog Crianza y Salud son:
- Procurar que la hora de acostarse y la de levantarse sean tan consistentes como sea posible.
- Las características de la cama pueden fortalecer la asociación entre el entorno de sueño y la inducción a la somnolencia.
- Evitar la actividad física intensa y las comidas abundantes en las tres horas previas a acostarse.
- Mantener la habitación fresca y oscura
- Limitar la exposición a la luz, incluyendo las luces de las pantallas
- Programar las siestas lo suficientemente temprano para que no interfiera con el sueño nocturno.
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