Es posible implementar estrategias para que los niños con epilepsia aprendan más y mejoren su capacidad cognitiva.
Y es que, más allá de las crisis epilépticas como tal, esta enfermedad suele afectar algunos procesos neurocognitivos en quienes la padecen, especialmente en cuanto a cómo reciben y procesan los estímulos del ambiente a nivel táctil, olfativo, gustativo, visual, corporal y espacial lo que puede llevar a que se desarrollen dificultades en el aprendizaje.
Sin embargo, por años se ha trabajado con este grupo poblacional en terapias que ayudan a la plasticidad cerebral y consigo a la mejora en los procesos de aprendizaje y desarrollo cognitivo.
Un reciente estudio realizado por la terapeuta ocupacional, magíster en neurociencias de la Universidad Nacional de Colombia, Daniela Ramírez, analizó el procesamiento sensorial de 88 niños con epilepsia entre 7 y 10 años encontrando que la mayoría presentaba dificultades en áreas como lectura, escritura, cálculo y actividades que implican movimiento y coordinación.
Con ellos se llevó a cabo una prueba cognitiva aplicada, len la que se daban instrucciones para realizar una actividad concreta y tras cada repetición de la prueba los niños obtenían una calificación mejor.
“Los niños sí pueden aprender si se trabaja en superar las dificultades. Esto además mejorará su calidad de vida, ya que disminuirá la estigmatización en los colegios y los docentes deberán plantear estrategias para enseñar de forma diferente”, señaló la terapeuta ocupacional.
Por esto, el llamado es a que en los ámbitos educativos se tenga en cuenta el perfil de cada niño con epilepsia, y se diseñen planes a la medida de cada uno, que incluyan actividades dinámicas y pasivas que “faciliten el entendimiento de los procesos” y permitan su evolución académica.
Letreros de colores llamativos y con diferentes texturas son ideales como método de estimulación para los pacientes pasivos.