El desprendimiento de piezas dentarias es un tormentoso capítulo que puede atravesarse durante la adultez. Puede alterar la comunicación y la autoestima.
Asesor: Andrés caballero – Odontólogo periodoncista, adscrito a Coomeva Medicina Prepagada.
Los dientes son protagonistas de la historia de vida de una persona. Desde los primeros años son la prioridad de los cuidados especializados que pretenden garantizar una dentadura saludable.
A veces los planes fallan. Malos hábitos de higiene, falta de atención odontológica, una dieta inadecuada y enfermedades periodontales se presentan para acabar con la ilusión de una bonita sonrisa.
La edad puede aumentar el riesgo, pues diversas afecciones dentales son más comunes durante la adultez. Estas perjudican principalmente las encías y las estructuras óseas que soportan las piezas dentales.
“Los dientes representan un elemento fundamental de la vida. Son importantes para alimentarnos, comunicarnos y sonreír. La pérdida dental afecta la estética y tiene graves implicaciones psicológicas”, asegura Andrés Caballero, odontólogo periodoncista.
La pérdida de estas piezas ocurre por traumatismos o enfermedades. En los adultos es frecuente que la situación esté relacionada con una afección periodontal. Esta infección crónica afecta la encía y el hueso que sostienen los dientes. Después de que se genera este daño, aparece la movilidad. Es decir, el diente pierde la propiedad de mantenerse fijo hasta que finalmente se pierde.
Otra casusa de pérdida dental es la caries, que puede avanzar hasta afectar por completo la funcionalidad del diente, el daño puede extenderse hasta la raíz lo que puede finalizar inevitablemente con la extracción.
La pérdida de una pieza dental también se presenta después de fracturas o fisuras por trauma, el segmento afectado a veces es tan grande, que no es posible conservar el diente y, por lo tanto, se requiere la extracción.
Las enfermedades sistémicas son otra causa de la pérdida de los dientes, existe una estrecha relación entre algunas enfermedades crónicas, como la hipertensión o la diabetes, con la inflamación de los tejidos dentales, es decir, las enfermedades periodontales, razón por la cual es indispensable que estos pacientes cuenten con un tratamiento integral que involucre médico, odontólogo y autocuidado.
Quienes padecen de pérdida de dientes, con frecuencia pueden presentar dificultades para establecer una comunicación exitosa, pues presentan inconvenientes para hablar con seguridad y pronunciar algunos fonemas.
La pérdida de dientes produce, además, inconvenientes digestivos, debido a la disminución de la eficiencia de la masticación. La pérdida ocasiona una sobrecarga en este proceso y desencadena alteraciones en el mismo.
Una de los efectos de mayor impacto en la pérdida dental, sobre todo si involucra la parte anterior afectando la sonrisa, es la aparición de problemas relacionados con la baja autoestima. La complicación estética que representa genera timidez e inseguridad.
Diagnóstico y Tratamiento
Existen varias posibilidades de tratamiento frente a la pérdida de una o varias piezas dentales. Lo primero es establecer la causa de la misma.
Si es por cuidado inadecuado o por la presencia de alguna enfermedad de forma que se pueda establecer tratamiento dental y sistémico coordinadamente.
Existen diferentes tipos de tratamientos para reemplazar los dientes perdidos, estos deben representar un soporte que permita restablecer componente funcional y estético.
El profesional debe orientar al paciente sobre las ventajas de cada una de las opciones sobre el caso particular de cada paciente para elegir la de mayor conveniencia.
Dichas opciones van desde prótesis removibles, fijas hasta implantes dentales.
Las prótesis removibles, también conocidas como esqueléticas, son prótesis que pueden ser dentosoportadas (se sujetan de diente) o dentomucosoportadas (se sujetan de diente y mucosa, como es el caso de extremo libre de piezas dentarias), y se realizan cuando el paciente aún conserva algunos de sus dientes naturales. Estas prótesis son removibles, o lo que es lo mismo, pueden ser extraídas y colocadas por el paciente.
La prótesis fija consiste en la ubicación de restauraciones sobre los dientes que el paciente no puede remover a voluntad, es decir permanecen fijas en boca mediante la talla y restauración de dientes “pilares” sobre los cuales se sujetan la estructura con los dientes faltantes.
El implante dental es un aditamento diseñado para sustituir la raíz faltante y mantener el diente artificial en su sitio. Habitualmente tiene forma roscada y está fabricado con materiales compatibles con los tejidos y órganos para que no generen reacción de rechazo y permitan su unión al hueso.
“Los implantes permiten que se restituya la funcionalidad del diente perdido y que el paciente recupere la confianza para sonreír”, concluye Caballero.
No se pierda entre la terminología
1. Implante: Aditamento que reemplaza la raíz dental. El especialista lo implanta en hueso mediante un procedimiento quirúrgico menor sobre el cual se colocará posteriormente el diente (corona) que reemplazará la pieza perdida o será soporte de prótesis que reemplazarán varios dientes.
2. Periodontitis: Es una enfermedad de las encías de origen bacteriano que afecta los tejidos que sostienen los dientes; constituidos por la encía, el hueso, el cemento radicular y el ligamento periodontal, se manifiesta más comúnmente en adultos mayores de 35 años, pero puede iniciarse en edades más tempranas.
3. Endodoncia: Un tratamiento dental para una infección dental. Durante una endodoncia, se eliminan el suministro sanguíneo y los nervios de un diente. Después, el diente suele rellenarse de un material y sellarse.