Es preciso acabar la idea de que ellos tienen que ser los más fuertes y eliminar los estigmas que rodean la depresión en los hombres para iniciar una mejor vida.
Asesor: David A. Quebradas
Psicólogo
Las series de televisión, las redes sociales y el cine han contribuido en los últimos años en el incremento de las conversaciones alrededor de los trastornos mentales. También el reflector se pone sobre los hombres. Por ejemplo, a la narrativa de personajes tan populares como el Capitán América le han agregado visitas a grupos de terapia, así mismo, las grandes productoras le han apostado a contar historias enfocadas en cómo evoluciona la depresión en un hombre, como es el caso de la serie Normal People.
Estas son formas de normalizar la realidad de muchos hombres que también son víctimas de una cultura machista donde no “se les permite llorar”, explica el psicólogo David Quebradas. “Hay algunos que desde pequeños están escuchando que deben ser fuertes, que no pueden estar tristes, que deben ser el tipo de ‘macho alfa’ capaz de solucionarlo todo. Esas ideas son muy negativas, las palabras tienen mucho poder”.
Así mismo, Quebradas afirma que esto los lleva a sentir dudas sobre su comportamiento, lo que piensan que pueden decir o no. “Por eso no buscan ayuda y no le cuentan a nadie sobre esos pensamientos que tienen en la cabeza. También se generan miedos de recibir un diagnóstico que los vaya a estigmatizar. Hay personas que prefieren recibir noticias sobre otras enfermedades a que les digan que tienen depresión. Así, algo que pudo ser leve, se convierte en un trastorno crónico”.
Empatía y comprensión
El acompañamiento de la familia, la pareja y los amigos juega un rol muy importante en el proceso de diagnóstico y, posteriormente, cuando ya son conscientes de sus síntomas; es vital reconocerlos e identificar esos primeros signos que alertan que hay algo que no está funcionando bien. El especialista menciona algunos, por ejemplo, si lleva casi un mes con una sensación de malestar constante, tristeza o sintiendo que nada tiene sentido. También si ya no disfruta las actividades que antes le apasionaban; e incluye los signos físicos, como ese cansancio que no desaparece, la falta de sueño o los problemas alimenticios.
“La gente suele asociar la depresión con una cara triste y no es así. Hay muchas formas de expresarla. La irritabilidad constante, generada hasta por los episodios más simples, puede también ser un signo. Otra idea que tenemos que cambiar es que una persona que se ve feliz y que lo tiene ‘todo’ no puede padecer un trastorno como la depresión”, enfatiza el psicólogo.
Por eso, el profesional recomienda que si alguien con depresión está expresando sus emociones o ideas de hacerse daño, la primera reacción de quienes lo rodean no debería ser “mostrarle todas las buenas razones que tiene para seguir. Eso es desaprobar lo que ellos están sintiendo. Lo importante es comprender, preguntarle: ¿por qué sentiste eso?, ¿qué te ha llevado a pensar en eso?, y ¿qué quieres compartir?”. Es imposible para los familiares o amigos ponerse en sus zapatos. Por eso, las mejores acciones son la escucha, el acompañamiento al buscar ayuda profesional y seguir un estilo de vida saludable.
Cinco pasos que ayudan a un mejor estilo de vida
- Aprender a descansar, a dormir. Tener una adecuada higiene del sueño. Así no solo se recupera la energía, sino que con el descanso el cuerpo y el cerebro también mejoran considerablemente su estado.
- Alimentarse muy bien para tener energía necesaria y asumir las rutinas del día. Es fundamental para el estado de ánimo y el funcionamiento del cerebro.
- Hacer ejercicio físico. Ayuda a que todos se sientan mucho mejor con su cuerpo. Además genera cambios positivos en el cerebro.
- Entrenamiento cognitivo. Trabajar la atención, la memoria, la resolución de problemas. Implementar actividades como el mindfulness (enfoque el aquí y el ahora), o la respiración consciente para canalizar las emociones.
- Mantener las relaciones sociales. La familia y los amigos, los núcleos sociales que rodean al paciente son indispensables para el soporte en los momentos más complejos. Tener buenas relaciones ayuda a mantener la calma y reorganizarse.
30 minutos de actividad al día (150 minutos semanales) ayudan a mejorar los síntomas de depresión y ansiedad.