Independiente del nombre que se le dé, roncar es común. Se produce cuando algo obstruye el flujo de aire a través de la boca y la nariz.
El sonido de los estertores, como se le conoce a los ronquidos clínicamente, es producido por los tejidos de la parte superior de las vías respiratorias que chocan entre ellas y vibran. Muchos adultos roncan, especialmente los hombres. Además, el ronquido puede aumentar con la edad.
Sin embargo, esto puede ser un signo de un trastorno del sueño serio llamado apnea, lo que significa que la persona deja de respirar por períodos de más de 10 segundos mientras duerme. Para este diagnóstico hay tratamientos que pueden ayudar a mitigarlo. Los niños, incluso la pueden padecer. Algunos consejos para disminuir los ronquidos son perder peso si hay kilos de más, evitar el consumo de alcohol y de otros sedantes a la hora de acostarse, así como evitar dormir de espalda.
La Clínica Mayo explica que los ronquidos, además de interrumpir el sueño de la persona con quien se comparte la habitación, es posible que ocasionen otras complicaciones como somnolencia diurna, frustración o ira frecuentes, dificultad para concentrarse, presión arterial alta, afecciones cardíacas y accidentes cerebrovasculares, problemas de conducta como agresión o dificultades de aprendizaje y un mayor riesgo de sufrir accidentes automovilísticos debido a la falta de un buen descanso.
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