El estrés y el afán de la vida actual pueden ayudar a tener malos hábitos de cuidado corporal y mental que, en el largo plazo, conducen a enfermedades. Conozca algunos recursos para poner en práctica en su día a día.
Asesor Javier Galvis
Médico internista
Todos hemos oído hablar de cómo tener un estilo de vida más saludable y los beneficios de ello, sin embargo, se tiende a pensar que hay que implementar grandes cambios en la vida diaria para lograrlo. Nada más alejado de la realidad. En las rutinas que nos trae el trabajo y la vida misma, podemos incorporar acciones y buenas prácticas que ayuden a proteger la salud y desarrollar mejor las capacidades mentales y motrices.
Javier Galvis, médico internista, especialista en medicina funcional, recomienda tener en cuenta los siguientes aspectos para disfrutar el día con la mejor energía, evitando recaer en prácticas negativas que afecten la salud del cuerpo humano. Así, con pequeños cambios es posible lograr una mayor calidad de vida.
Duerma de forma adecuada
Dormir lo adecuado para reponer fuerzas y descansar tiene su fundamento. El sueño se considera una etapa crucial donde el cuerpo repone energías y el cerebro fija los recuerdos. Es necesario acostarse a una hora fija cada día y disfrutar de un sueño reparador durante seis u ocho horas diarias, que es lo recomendado para los adultos.
Antes de ir a dormir, es conveniente planear con calma las actividades que se van a realizar al día siguiente y así evitar que la preocupación quite horas de descanso.
Desayune: es fuente de energía
El desayuno es como el combustible para todo el día luego de que el cuerpo y, en especial, el cerebro han permanecido en ayuno durante la noche. Uno de los grandes errores es abstenerse de tomarlo, con lo cual se pueden bajar los niveles de azúcar o aumentar el consumo de alimentos no saludables durante el día. “Debe ser variado y
que permita disfrutar diferentes sabores”, señala Galvis. Incluir una porción de fruta, un carbohidrato como una arepa o pan pequeño; leche o queso; y una proteína como huevo o jamón bajo en grasa, puede ser una opción saludable.
Muévase o haga ejercicio diario
¿A qué hora es mejor ejercitarse? Depende del metabolismo y características físicas de cada persona. Se recomienda que sea en la mañana, antes o después de la primera comida del día. Si se hace antes del desayuno es importante tomar alguna bebida, como un batido de frutas o una granola para tener combustible suficiente para enfrentar la rutina y evitar alguna descompensación.
Lo ideal es que sean mínimo 30 minutos de ejercicio. “Incluso es bueno comenzar el día con una rutina de yoga”, indica Galvis. En esta línea, es importante fomentar el estiramiento y la flexibilidad como parte de una buena condición física.
Respire de forma consciente
Utilizar una técnica de respiración permite relajarse, tener mayor claridad en los pensamientos y explotar mejor la creatividad. Ayuda a conectarnos y regular nuestra respuesta emocional. Galvis recomienda entre cinco y diez minutos diarios de respiración consciente y meditación paciente. Si le cuesta concentrarse, entonces intente lo siguiente: cuente hasta 4, luego mantenga el aire en los pulmones contando hasta 6 y expúlselo lentamente contando hasta 4. Repítalo tres veces.
Active las palabras amables
Procure darle los buenos días a las personas con las que convive, o incluso a sí mismo, en caso de vivir solo. Esto es un gesto que además de ser cortés, lo llena de energía positiva a usted y a los demás para enfrentar la vida. “Si uno le dice algo amoroso al otro o a uno mismo, entra en sintonía positiva para que el día sea bueno. El cerebro se pone en resonancia con buenas energías”, afirma Galvis.
De igual manera, puede tener una palabra amable con su ser amado durante la jornada y al irse a dormir. Esto de inmediato genera bienestar.
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