El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) genera angustia e interfiere con las rutinas diarias de quienes lo padecen.
El trastorno obsesivo compulsivo lleva a quienes lo padecen a tener pensamientos repetitivos durante el día sobre un tema o elemento específico; a estos se les llama obsesiones. Y para controlarlas implementan una serie de comportamientos conocidos como compulsiones, que les genera angustia e interfieren con la rutina diaria.
Un ejemplo es la obsesión con las bacterias o con la suciedad, una persona con TOC puede lavarse las manos durante el día una y otra vez con el objetivo de eliminarlas, causando, en ocasiones, daños innecesarios en la piel.
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El Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos asegura que la mayoría de pacientes son diagnosticados alrededor de los 19 años. También que los síntomas mejoran y empeoran en diferentes momentos de la vida, por esto es necesario el acompañamiento constante de un especialista.
Con respecto a las causas, estudios de la Universidad de Harvard afirman que “los neurocientíficos creen que las vías del cerebro involucradas con el juicio, la planificación y el movimiento del cuerpo están alteradas en el TOC. Las influencias ambientales, como las relaciones familiares o los eventos estresantes, pueden también desencadenar o empeorar los síntomas”.